Saturday, 06 de December de 2025
Economía

Invierno en la Gran Manzana: del Rockefeller Center al iglú

Invierno en la Gran Manzana: del Rockefeller Center al iglú
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Cenar en un iglú privado con vistas al Empire State implica una consumición mínima de 1.500 euros. Es solo uno de los muchos planes navideños de los que se puede disfrutar este año en Nueva York. Leer
Desde Nueva YorkInvierno en la Gran Manzana: del Rockefeller Center al iglú 6 DIC. 2025 - 00:02Esta semana se celebró la fiesta de iluminación del árbol el Rockefeller Center.

Cenar en un iglú privado con vistas al Empire State implica una consumición mínima de 1.500 euros. Es solo uno de los muchos planes navideños de los que se puede disfrutar este año en Nueva York.

Imposible asistir en directo al encendido del árbol de Navidad del Rockefeller Center. La inauguración oficial de la campaña navideña en Manhattan congregó este pasado miércoles a miles de turistas y neoyorquinos que hicieron cola durante horas con la esperanza de asistir a uno de los espectáculos más icónicos, vistosos y a la vez eclécticos de la ciudad. Un poco de country de la mano de Reba McEntire, maestra de ceremonias y estrella de la música en EEUU, que maridó a la perfección con los clásicos villancicos entonados por Marc Anthony y Michael Bublé. Incluso las célebres Rockettes, cuyo espectáculo celebra este año un siglo de historia sobre el escenario, abandonaron por un momento el Radio City Music Hall para participar en la fiesta.

La tradición se remonta a 1931, cuando los obreros que construían el complejo que forma el Rockefeller Center colocaron un modesto árbol de Navidad de unos seis metros de altura que adornaron con arándanos, papel y latas de comida. Convertido en un símbolo de esperanza durante la Gran Depresión, dos años después se celebró la primera ceremonia de iluminación. Hoy, la copa del árbol luce una estrella de cristal de Swarovski que pesa algo más de 400 kilos y está valorada en cerca de dos millones de euros.

Dos millones es también el número de visitantes que se espera que acudan a ver el árbol este fin de semana al centro de Nueva York. Muchos de ellos, españoles. No en vano, los hoteles de la ciudad han bautizado oficiosamente esta próxima semana como la Spanish Week, ya que coincidiendo con los festivos en España la proporción de turistas españoles se dispara en comparación con otros países europeos. Y con la temporada navideña inaugurada, el árbol del Rockefeller es visita obligada, igual que la Villa de Invierno en Bryant Park o patinar sobre hielo en Central Park.

La lista de clásicos que siguen haciendo furor es interminable: el espectáculo de luces y música en la fachada de Saks Fith Avenue, el barrio de Dyker Heights con todas las casas del vecindario decoradas, los juegos de luces del zoo del Bronx, los escaparates de las tiendas de lujo de la Quinta Avenida. Incluso Wall Street tiene su propio árbol de Navidad que casi rivaliza con el del Rockefeller.

Las propuestas de Nueva York para disfrutar de la ciudad van mucho más allá de los clásicos de siempre. Fuera del circuito habitual, el Jardín Botánico de Brooklyn ha organizado este año las Noches para mayores de 21, una iniciativa diseñada solo para adultos para disfrutar del paisaje nocturno al aire libre con más de un millón de luces, música y cócteles de autor.

También hay novedades en los alrededores de Broadway. Entre los turistas, siguen triunfando los clásicos navideños, como el espectáculo familiar de las Rockettes o el cabaret clandestino Santa's Secret, además de los musicales que están todo el año en cartelera: El Rey León, Aladdin o Wicked. Para quienes repiten en Manhattan, las nuevas propuestas de esta temporada pasan por la versión teatralizada de la película La muerte le sienta bien, protagonizada, en su día, por Meryl Streep, Goldie Hawn o Bruce Willis. También han regresado a los escenarios de Nueva York El Gran Gatsby y Beetlejuice.

Para los amantes de los mercadillos, la ciudad le ha dado este año una vuelta de tuerca a su propuesta más tradicional. Manhattan no renuncia a sus clásicos, con Bryant Park, Union Square y Colombus Circle liderando la atención de los turistas. Sin embargo, los que hace las delicias de los neoyorquinos son los pop up que se alejan del circuito habitual. Entre los favoritos, FAD Market, una propuesta itinerante que aparece y desaparece en distintos puntos de Brooklyn, pero que destaca por su oferta de moda, decoración y arte de diseñadores independientes. Estos días sus puestos podrán encontrarse en tres sitios a la vez: Dumbo, Boerum Hill y en St. Paul's.

Y para reponer fuerzas, si lo que se busca es ambiente navideño, la recargada decoración de Rolf's sigue siendo la favorita entre los turistas, aunque este año lo que se lleva es cenar o tomar una copa en uno de los muchos iglús de plástico que han proliferado por todo Nueva York como alternativa al terraceo urbano a salvo del frío invernal. Su precio varía desde los cerca de 100 euros por persona en Bryant Park hasta los más de 1.500 euros de consumición mínima en un iglú privado en una azotea de un rascacielos con vistas al Empire State.

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    Fuente original: Leer en Expansión
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