- FLORIÁN R.S. florosolohayuno Mallorca
Por fin llega a España. Kymco llevaba tiempo anunciando una nueva forma de entender la movilidad sobre tres ruedas (más dinámica, más segura), pero su desembarco se ha hecho esperar. El CV3 ya está en los concesionarios, parte de los 11.950 euros y nos hemos subido a él. Se lo contamos.
La primera generación asomó en algunos mercados europeos en 2021, aunque la filial española decidió frenar su lanzamiento a la espera de esta versión más completa. Ahora, con una segunda entrega equipada con un motor más grande, más potente y un desarrollo claramente evolucionado, el CV3 aterriza por fin en nuestro país.
Deportivo, innovador y con una presencia contundente, el CV3 apuesta por una arquitectura pensada para transmitir aplomo y unas proporciones que buscan estabilidad sin renunciar a una estética robusta. La calidad de sus materiales inspira confianza nada más verlo y será sin duda uno de sus bazas de cara al cliente (todos los triciclos ponen mucho empeño en este factor ya que muchos de estos clientes llegan del coche), y su dotación tecnológica lo sitúa directamente en la vanguardia del segmento. Lleva unas semanas en el mercado y se ha estrenado en primicia en España.
Potente
El corazón del CV3 es un bicilíndrico en línea de 574 cc que firma 51,1 CV a 7.000 rpm y un par de 54,4 Nm a 5.750 vueltas. Pero no la idea no es quedarse en los datos fríos de potencia. La marca taiwanesa ha buscado una entrega suave, lineal, trabajada para que el uso diario sea agradable a la vez que eficaz. La transmisión por correa de Kevlar y el embrague multidisco en baño de aceite se coordinan para trasladar el empuje de forma progresiva y precisa. El control de tracción TCS -desactivable- completa el conjunto manteniendo a raya los excesos del acelerador cuando la adherencia no acompaña.
El chasis es, por derecho propio, una de las grandes novedades. Recurre a una estructura doble viga de aluminio con el motor como elemento portante, una solución que mejora la rigidez y reduce el peso. El subchasis monocasco, también en aluminio y a la vista, pesa apenas 15,3 kilos. El basculante, igualmente en aluminio, se ancla directamente al motor e incorpora la misma solución empleada en el AK: la separación del grupo de transmisión respecto al bloque, combinada con un amortiguador trasero horizontal. El equilibrio de masas, un perfecto 50/50 entre ejes, refuerza la apuesta por un comportamiento estable y preciso.
Estable, con carácter y divertido
El CV3 es un triciclo homologado como L5e (conducible con carné B) que encuentra un punto equilibrado entre la deportividad de sus prestaciones y la comodidad de su puesta en escena. El asiento, a 780 mm del suelo y bajo el que cabe una casco integral (la capacidad total se puede aumentar hasta en 133 litros extras con el el baúl y las maletas laterales opcionales) es cómodo y cuenta con un apoyo lumbar regulable en cuatro posiciones que realmente marca la diferencia en trayectos largos.
En cuanto a las dimensiones principales, el CV3 se mueve en cifras muy próximas al Piaggio MP3 Exclusive 530: mide 2,14 metros de largo y 0,80 de ancho. ¿Es pesado? Pues son 287 kilos lo que no le hace ser un peso pluma (el italiano pesa 260), pero la verdad es que en marcha no se notan. Esta variable, según reconoce la propia marca, es una de preguntas recurrentes entre los futuros clientes.
En marcha, la estabilidad está garantizada siempre que no se fuerce en exceso el ritmo. Monta llantas de 13 pulgadas delante y 15 detrás, y una distancia entre ejes de 1.580 mm que contribuye a su estabilidad general.
El tren delantero es, sin duda, su rasgo más reconocible. El sistema KALS, desarrollado y patentado por Kymco, utiliza dos pares de horquillas de 37 mm con 98 mm de recorrido y un paralelogramo de cuatro brazos que permite inclinar hasta 40 grados. Una pieza de ingeniería pensada no solo para llamar la atención, sino para marcar diferencias en curva.
Invita a entrar en ella, sí, pero como en todo triciclo conviene anticiparse un poco: no responde como una moto tradicional. El tren delantero trabaja según la geometría de Ackermann, lo que hace que cada rueda trace un ángulo distinto -la interior gira más que la exterior- cuando se inclina. Calza neumáticos Maxxis desarrollados específicamente para él, eficaces en seco y en mojado, aunque conviene ir con cierta cautela en situaciones intermedias.
Los modos de conducciónRain y Power aportan matices en la respuesta del acelerador, más directa de lo esperado en un primer contacto, y permiten disfrutar de una conducción sorprendentemente divertida. Los frenos, otra de las variables que 'preocupan a los usuarios según Kymco, corren a cargo de dos discos delanteros de 250 mm y uno trasero de 260 mm y cumplen con solvencia, aunque requieren algo de firmeza en la maneta si se quiere apurar (un claro sesgo motero), algo que se ve compensado con creces con el freno de pedal, que ofrece un reparto equilibrado y bien dosificado, aportando confianza al frenar fuerte.
En equipamiento, el CV3 llega con una apuesta algo curiosa. La pantalla TFT de 7 pulgadas está bien pensada, tiene control de crucero, puños calefactables, monitor de presión de neumáticos y arranque sin llave. Por otro lado sorprende, en cambio, que la cúpula sea ajustable, sí, pero de manera manual, así como la ausencia de navegador integrado o de cualquier opción 'mirroring' para reproducir el del móvil directamente en la pantalla.
Alguna de estas últimas circunstancias también le han han llegado a la marca como preguntas por parte de los futuribles, y aunque Kymco alega (no exenta de cierta razón) "a criterios de seguridad" ante una menor experiencia del piloto que puede llegar del mundo del automóvil, creemos que se debe, más bien, a un criterio de economicidad... en ambos casos. Hay que recordar que su precio se queda en el umbral de los 12.000 euros frente a los 13.200 euros de precio de tarifa del rey italiano, el Piaggio MP3 Exclusive 530.
La última gran pregunta de los usuarios que se 'asoman' a la posibilidad de subirse al triciclo de Kymco pivota precisamente sobre esa circunstancia, la de hacerlo desde las cuatro ruedas sin tener experiencia. El CV3, como todos los triciclos, ofrece un excelente primer paso para sentir la libertad que ofrece ponerse un casco, equiparse bien y salir a la carretera, no hay duda, pero, como bien recomienda la marca, lo hacemos nosotros y dicta el sentido común, un curso de formación es la mejor inversión que podrá hacer para disfrutar con seguridad de este y, por supuesto, una moto si se anima un día a hacerlo.
El CV3 es una nueva puerta a la diversión, con una apuesta atrevida en lo visual y en la respuesta al puño. Potencia sí, pero suave en su entrega, que hará las delicias de los cada vez más numerosos amantes de los triciclos. Un vehículo perfecto para la ciudad y sin duda para escapar de ella y hacer unos buenos kilómetros con el viento en la cara y sin más destino que pasar un buen rato. No le pida más, no le dará menos.
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