Extremadura fue un espejismo y Aragón es la cruda realidad. La izquierda alternativa al PSOE se presentará dividida en tres a las elecciones aragonesas del próximo 8 de febrero después de que Chunta Aragonesista, Izquierda Unida (IU), Podemos y Movimiento Sumar no hayan logrado alcanzar un acuerdo de unidad para compartir una única candidatura autonómica y evitar que se disperse del voto en varias papeletas.
Así, este espacio político queda fragmentado en Aragón y se presentará dividido en tres candidaturas. Una de la Chunta, otra de Podemos y la tercera de IU con Movimiento Sumar, el partido de Yolanda Díaz, que entra después de que no se le abriera hueco en Extremadura y que evita quedar aislado en un momento decisivo para la reconfiguración de este conglomerado ideológico.
La última jornada de negociaciones estuvo marcada por los contactos de última hora y la tensión. La dirigente de IU Amanda Meyer denunció que IU y Podemos «se reúnen, negocian y acuerdan para concurrir juntas el 8-F, con un programa de gobierno», sin embargo, que «los vetos irresponsables» de la dirección nacional de los morados lo habían impedido.
Por su parte, Podemos informó de que propuso a otros actores de la izquierda conformar una candidatura «que siguiera el modelo de Unidas por Extremadura», pero que esa propuesta no ha sido aceptada por el resto de formaciones», algo que el partido morado «lamenta». En consecuencia, Podemos Aragón se presenta a los comicios con el objetivo de «poner a la izquierda en pie» con María Goicoechea como candidata.
IU Aragón y Movimiento Sumar han celebrado su acuerdo en sendos comunicados. «Estamos convencidas de que la unión es la mejor herramienta para garantizar políticas que pongan a las personas en el centro y para eso hemos trabajado intensamente estas semanas. Concurrimos a estas elecciones con una unidad posible y real, que nos permitirá construir un Aragón más justo, feminista y ecologista, frente a quienes pretenden recortar derechos y privatizar servicios públicos», ha señalado Marta Abengochea, Coordinadora general de IU Aragón.
En su nota, Movimiento Sumar destaca: «Frente a la resignación y el inmovilismo, respondemos con unidad, proyecto y ambición política». Así, el partido de Díaz incide en que la coalición, registrada este viernes, responde a la demanda de la ciudadanía de ver «cooperación entre fuerzas progresistas para mejorar la vida de la gente» y hacer más ancho un espacio de cambio.
En cuanto a Chunta se lamentan que una coalición «tenía que ser el fruto de la unión de toda la izquierda de Aragón. Sin embargo, el proceso ha terminado fragmentándose, de manera que solo una parte de esas fuerzas han decidido un acuerdo, mientras otras han quedado fuera por dinámicas ajenas a Aragón». «Una unidad parcial, nacida de vetos y decisiones tomadas fuera de esta tierra, no puede representar el proyecto amplio y plural que defendemos desde Chunta Aragonesista», señalan fuentes oficiales.
En este sentido, advierten de que Chunta Aragonesista «no va a permitir que se utilice Aragón como terreno político para que las fuerzas estatales se coloquen en el tablero de cara a futuras elecciones estatales. Nuestro sujeto político es Aragón y todos los aragoneses y aragonesas, por lo que en ningún caso permitiremos que se convierta en un laboratorio de pruebas de última hora. Las decisiones que afectan a Aragón deben responder a Aragón, no a los cálculos de partidos que miran desde Madrid. Cuando se usan las elecciones aragonesas para ajustar posiciones en clave estatal, no se construye una coalición: se instrumentaliza un territorio».
El experimento de Extremadura
Hace tan sólo cinco días que se celebraron las elecciones en Extremadura, donde la izquierda alternativa cambió el estado de ánimo del conjunto del espacio político tras lograr tres escaños más -hasta los siete- y una subida hasta el 10,2% del voto. Uno de los factores más importantes del éxito de Unidas por Extremadura fue la unidad de los partidos en una sola candidatura. Podemos e IU dieron continuidad y estabilidad a Unidas por Extremadura, una coalición que vienen formando desde 2019 y en la que no se le abrió la puerta a Movimiento Sumar, el partido de Yolanda Díaz, para no generar un conflicto con el partido morado, que tiene vetado cualquier acuerdo con la vicepresidenta segunda.
Así que sin Sumar en la ecuación, Unidas por Extremadura se alzó con un gran resultado en las urnas y, de paso, puso en valor su experiencia para al resto de España. «Somos una luz para esperanza para la izquierda transformadora de todo el país», reivindicó durante la noche electoral la candidata, Irene de Miguel, que remarcó que «la unidad» demostrada allí «es el camino» para enfrentar a «las derechas» en las elecciones.
Extremadura fue, definitivamente, un espejismo. La unidad de la otra izquierda ha vuelto a ser inviable en Aragón y todo indica que tampoco la habrá en Castilla y León y Andalucía, las dos siguientes citas de 2026. En estas dos últimas comunidades se preparan candidaturas en las que IU y Movimiento Sumar irán en coalición y enfrentados a Podemos, que se reafirma en autoexcluirse de cualquier lista que incluya a los de Díaz a pesar de los llamamientos a pactar.
En realidad, en el caso de Aragón, la división de las izquierdas es el pan de cada cita electoral. Aquí la unidad es un imaginario que todavía está por construir, dado que a lo largo de los últimos años ha resultado inviable materializar acuerdos. Y eso a pesar de que esos mismos partidos sí conseguían fraguar acuerdos en otras comunidades autónomas.
No hay que remontarse tanto. Basta el ejemplo de lo que ha sucedido en esta legislatura que acaba de terminar repentinamente por la convocatoria anticipada de Jorge Azcón. Hubo tres candidaturas de la izquierda alternativa en 2023. Chunta Aragonesistas tuvo tres escaños en las Cortes; IU, uno; y Podemos, otro. Entre los tres sumaron 82.000 votos. Vox exprimió sus 72.000 papeletas para tener siete escaños. Dos más.
En paralelo a las negociaciones de los partidos, Chunta impulsó este viernes a Jorge Pueyo como su candidato a la Presidencia de Aragón. El todavía diputado de Sumar en el Congreso fue designado como número uno por la provincia de Zaragoza, después de un acuerdo entre las distintas «sensibilidades» de la formación. No habrá primarias, pues Isabel Lasobras pasará al segundo puesto.