- ANA RAMÍREZ @ana_ramirez_s
La delicadeza de los encajes combinada con la rebeldía frente a las convenciones definen las joyas Señora Victoriana de Ikkelele. Ni la mismísima Reina Victoria podría resistirse a estos chokers, pendientes y anillos.
No hay colección sin su tema ni joya sin su por qué. Así trabaja Lorena Carbonell, fundadora y diseñadora de Ikkelele, que recurre a mujeres de poderío para inspirar su última remesa, línea Señora Victoriana. Tan original el nombre como la historia detrás. "Hace un par de años un amigo me miró fijamente y me dijo: pareces una señora victoriana. Y me encantó, me sentí muy identificada. Cuando empecé a buscar inspiración para la nueva colección, ese recuerdo volvió a mí y lo vi clarísimo: quería una propuesta que dialogara entre pasado y presente, una oda a la feminidad y al romanticismo de la época, desde una mirada contemporánea".
La cartelera parece haberse aliado con su propósito ya que en el horizonte asoma la versión que ha hecho Emerald Fennell de las Cumbres borrascosas de Emily Brontë con el nuevo actor de moda, Jacob Elordi y Margot Robbie. Carbonell espera el estreno "con cierto escepticismo. Creo que Fennell ha hecho una versión muy particular, con un enfoque comercial. Deseando verla y poder tener mi propio criterio".
Anillo Jane Eyre, ajustable elaborado artesanalmente en filigrana, con piedra semipreciosa Smoky. 70 euros.Choker Queen Victoria, inspirado en los encajes de la época victoriana, con motivos orgánicos en filigrana y piedra semipreciosa Smoky. 300 euros.Lorena Carbonell, diseñadora de Ikkelele, dibuja a mano las piezas que luego realizan artesanos de Jaipur.Su hermana, Charlotte Brontë, autora de Jane Eyre, es una de las mujeres con carácter en las que se ha fijado la diseñadora para esta colección, junto a la propia Reina Victoria o la reportera Nellie Bly. "Son mujeres que marcaron época y siguen siendo referentes hoy. Rompieron normas sociales, fueron valientes, rebeldes y auténticas. Esta colección es un homenaje al coraje femenino en todas sus formas".
Un hilo conductor con fuerza que es justo lo que necesita la creadora. "¡Siempre! Si no hay historia, no hay colección. A veces lo más complejo es encontrar esa inspiración, pero cuando llega, todo fluye de manera casi mágica. De hecho, uno de los pilares de Ikkelele es precisamente ese: contar historias o viajes a través de las piezas. Intento plasmar lo que me toca el corazón y transformarlos en pequeñas esculturas pensadas para embellecer".
Detalle del colgante atrapacuerpos Atrapacuerpos Nellie Bly con aplicaciones caladas y piedras semipreciosas amatista y carnelian. 230 euros.Anillo Petticoat, ajustable con detalle de esfera. 65 euros.Carbonell se ha detenido en los ropajes, trasladando la delicadeza de los tejidos y los pliegues a joyas realizadas en latón bañado en oro de 24k con piedras semipreciosas. Ahí la estrella son unos pendientes elaborados con finos hilos tejidos uno a uno, que evocan el movimiento ligero de las faldas victorianas.
La tarea de trasladar el detalle de, por ejemplo, un encaje a joyería no ha sido tarea fácil. "Sobre todo a nivel técnico: yo quería que parecieran encajes reales. Cuando los artesanos vieron mis bocetos, se llevaron las manos a la cabeza... Pero como disfrutan los retos tanto como yo, se pusieron a ello. Tras muchas pruebas fallidas y horas de paciencia, lo conseguimos. El resultado ha superado nuestras expectativas. Son piezas muy cuidadas, llenas de detalles; pequeñas obras de arte, hechas 100% a mano. Solo hay que fijarse en piezas como el Choker Queen Victoria o la familia Jane Eyre...".
Maxi Pendientes calados Petticoat, 150 euros.Chocker Jane Eyre, ajustable elaborado en filigrana, inspirado en los encajes de la época victoriana. 250 euros.Esos artesanos a los que menta Carbonell están en Jaipur, La India. Y el por qué, cómo no, también tiene su relato. "Cuando iniciaba el proyecto estaba en plena búsqueda de proveedores, una tarea complicada. Me costó que otros colegas de profesión compartieran sus contactos, hasta que un día, en un mercado de diseño, vi una colección con unos acabados que me fascinaron. Le pregunté a su creadora, Isabel Lamadrid, con quien no tenía relación entonces, y, sin dudarlo, me facilitó toda la información. Se lo agradeceré siempre".
Así fue como Carbonell acabó en La India, país que ya conocía y del que siempre le había atraído sus artesanías y colores. "Sabía de su larguísima tradición joyera desde el Imperio Mogol, pero trabajar con los artesanos de Jaipur me sorprendió aún más: sus acabados, su sensibilidad, su creatividad... Y esa mezcla cultural que tanto me inspira se respira en cada pieza. Yo diseño siempre a lápiz y me encanta cómo reinterpretan mis dibujos con su know how. A veces incluso me emocionan con los resultados. Nos entendemos a la perfección y, gracias a ellos, puedo crear ediciones limitadas, algo cada vez más difícil hoy.
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