Saturday, 06 de December de 2025
Política

María Blasco: "Pedí que echaran al gerente del CNIO: no hicieron nada y me cesaron a mí"

María Blasco: "Pedí que echaran al gerente del CNIO: no hicieron nada y me cesaron a mí"
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La investigadora destituida por Diana Morant en enero escuchó en 2011, 2012 y 2018 que el Ministerio relevaría a Juan Arroyo. Ella lo pidió en 2022. No sucedió, pero ella sí fue relevada este 2025, y ahora Anticorrupción investiga a Arroyo por desfalco Leer

En enero pasado, María Blasco (Alicante, 1965) fue destituida como directora científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), la punta de lanza de la lucha contra el cáncer en España, que gestiona 21 millones públicos al año.

Se le achacó usar el centro para su promoción personal, autoritarismo y descuidar lo científico, pero sobre todo un enfrentamiento con el gerente, Juan Arroyo, que había llegado con Mariano Barbacid en 2002.

Arroyo fue destituido por el Patronato, controlado por el Ministerio de Ciencia, ahora hace una semana después de que EL MUNDO publicara que dos altos cargos le acusan de desfalcar 25 millones del presupuesto del CNIO durante 18 años, en contratos de mantenimiento amañados que ya investiga Anticorrupción.

Blasco asegura, en esta entrevista exclusiva, que desde su llegada a la dirección en 2011 tuvo «enfrente» a la gente de Arroyo, y les responsabiliza de su cese.

¿Pidió usted la salida del gerente al llegar a la dirección?A mí me nombran en junio de 2011 y se me dice que van a cambiar al gerente. Les digo que me parece bien, porque es un cambio de época y había habido revuelo mediático con la salida del anterior director, Mariano Barbacid: se había dicho que había agujeros económicos, etcétera. Pero eso ahí no se produce.¿Y entonces?Cuando llega el gobierno del PP, meses después, el Ministerio intenta de nuevo cambiar al gerente. Pero otra vez no lo hacen. Yo les digo que es una persona que no la encuentro transparente, con la que no me compenetro bien. Veo que no está alineado conmigo, era el del anterior director y dificultaba mi labor. Pero nada cambia. Incluso se crea una comisión económica, con el Ministerio y el Instituto Carlos III, del que dependemos, para controlar los gastos del CNIO: ahí veo la desconfianza que hay en él. Querían fiscalizar lo que se estaba haciendo en su parcela, que no era la mía. Pero esta persona sigue.Pasamos a 2018, llega el PSOE.Y de nuevo me dicen: lo vamos a relevar. Pero nada. Entonces miembros del comité de empresa ponen en mi conocimiento fraccionamiento de contratos, y yo lo traslado al Patronato del CNIO, y a la directora del Instituto Carlos III, nuestra superior jerárquica. Pero no se hace nada.Después ya pide usted el relevo.Sí. En 2022 pido por carta al Instituto Carlos III que destituyan al gerente por la intranquilidad que me produce. Yo no confiaba en él. Yo era la cara más visible del centro y no me fiaba de él. Les dije que era un peligro para el centro: había habido dos denuncias ya como las de ahora, y me generaba mucha intranquilidad.¿A quién le manda la carta?A la entonces presidenta del Patronato [dependiente de Ciencia], Raquel Yotti. Tampoco se hizo nada.¿Tuvo usted en ese tiempo un enfrentamiento personal con Arroyo?He oído eso de que no nos llevábamos bien... No, no era así. Pero si a mí si me dicen desde un principio que le van a quitar, pero no lo hacen, me dejan desprotegida con él, porque eso dificulta la vida científica del centro, que era lo que a mí me importaba. Yo vi desde el principio que él no quería trabajar conmigo, todo costaba hacerlo tres veces más, algo muy malo para el CNIO. Aún así, que quede claro: no perdimos la excelencia científica jamás. Ni ahora. El CNIO ha mantenido la máxima excelencia.Si siempre le querían cambiar, ¿cómo pudo aguantar tanto?No lo sé. Pero sí creo que lo que me hicieron a mí, esa operación de acoso y derribo, era quizás para tapar estas cosas que se denuncian ahora, o para achacármelas, cuando yo no tenía responsabilidad en los contratos.Algo oiría usted. Ambos formaron una bicefalia por 13 años, aunque se distribuyeran las responsabilidades.De verdad que no lo sé, yo tampoco me explicaba que no le relevaran. Pero él tenía el respaldo de la anterior dirección científica [Barbacid], que a su salida de la gerencia ahora, en enero de 2025, llegó a enviar una carta al Patronato de respaldo a él que se hizo pública.¿Qué problemas encontró usted a la salida de Barbacid?Me comunican desde el Patronato un desequilibrio de cuentas porque se habían maquillado activos de un plan de desarrollo de fármacos. Me comunican que había que corregirlo. Por eso era vital que el Patronato designara un gerente que no tuviera que ver con aquello. Creo que por eso le querían relevar.¿Eran fondos científicos?No tengo el detalle, la verdad. Lo mío era la estrategia científica. El control del dinero correspondía al Patronato, y tampoco parecía fácil, porque se llegó a hacer esa comisión económica de seguimiento.¿Usted formaba parte de ella?Acudía porque me llamaban, con voz pero sin voto.¿Fue víctima de ellos?Cuando se les empieza a investigar en otoño pasado, a los pocos meses se hace esta campaña mediática contra mí, como chivo expiatorio y responsabilizándome de cosas que no me correspondían. Esa campaña ni siquiera fue para echarme del CNIO, porque yo ya había acordado mi salida en 2024 para un año después. Creo que se hizo para responsabilizarme de lo que no era mío.¿Le ha sorprendido que, como ha publicado EL MUNDO, una firma proveedora del centro hubiera sido fundada en la mismísima casa de Arroyo, gerente durante 23 años?Es muy fuerte, aunque era conocido que había ex jefes de Gerencia que habían montado empresas alrededor del CNIO. Pero tampoco tenía constatación, hasta ahora.¿Sabe que quien fue jefa del comité de empresa pasó miedo físico en el CNIO por investigar a Arroyo?Conozco muy bien a esta persona, he trabajado con ella en distintos temas, por ejemplo en estabilizar contratos en el CNIO. No sabía todo esto, la verdad.Usted sospecha entonces que se la echa para tapar eso.Se manipuló todo. Informé a los medios que lo publicaron, pero no quisieron contar mi versión. Los programas de ciencia y arte existen en nuestro entorno, lo hace hasta el CERN. No se usa dinero para la investigación del cáncer, son fondos finalistas para eso exclusivamente, y esto trae dinero al CNIO: 100.000 euros al año en siete años. Además, yo no firmaba contratos: lo hacían el gerente o el Patronato. Pero se miente, como si yo me gastara el dinero en cuadros. O en irme de vacaciones con mi familia, que me lo pagué yo. Yo no firmaba nada de contrataciones, no era mi parcela.¿Y el supuesto autoritarismo?Sólo hubo una denuncia, una, de un trabajador que yo ni conocía, al cual mi jefa de personal le mandó un email. Se llevó por el canal de denuncias que yo había creado hace 10 años. Y se vio que no había nada.A usted la echaron en enero, pero a Arroyo lo dejaron dentro, aunque el Ministerio dijo haberlo destituido.Tampoco lo entendí, la verdad. Y menos sabiendo lo que sabemos ahora.
Fuente original: Leer en El Mundo - España
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