Mujeres del PSOE de Málaga han firmado un comunicado en el que se solidarizan con la militante que ha denunciado al líder del partido en la localidad de Torremolinos, Antonio Navarro, por acoso sexual. En el escrito, al que se han sumado ya compañeras de las agrupaciones de Granada, exigen "que los protocolos internos se apliquen con rigor, rapidez, independencia y sensibilidad" y que "se actúe de forma contundente" ante cualquier conducta que contradiga sus valores después de que la víctima se dirigiera en dos ocasiones a Ferraz sin obtener respuesta.
Finalmente, la mujer decidió recurrir a la Fiscalía de Málaga y en su denuncia -a la que ha tenido acceso EL MUNDO- dejó constancia de que había "trasladado a los diferentes órganos del PSOE" la situación y el temor que tenía ante "la naturaleza misógina, intimidatoria y agresiva del denunciado". "Hace que sienta verdadero pánico a ser violentada físicamente en la puerta de mi casa o en los traslados familiares", explica ante el Ministerio Público.
Sus compañeras socialistas han querido mostrarle su "apoyo total" por tener "la valentía de denunciar" estos hechos y a todas las mujeres que "puedan encontrarse en una situación similar dentro o fuera del partido": "Sabemos que alzar la voz implica un enorme coste emocional, personal y político. Por eso afirmamos con fuerza: no estás sola. Nunca lo estarás. Tampoco lo estará ninguna mujer que decida alzar la voz ante una injusticia".
En el comunicado, apoyan la decisión de de la dirección federal del PSOE de suspender cautelarmente al secretario general del partido en Torremolinos y la petición de la dirección provincial para que ponga a disposición sus cargos institucionales. No obstante, piden al partido que "no normalice ninguna forma de violencia" y que "honre su historia feminista no sólo con palabras, sino con hechos".
"El feminismo no es un discurso decorativo para nosotras: es un compromiso político y que guía nuestra manera de actuar todos los días. Hoy más que nunca decimos juntas: ni una mujer sola. Ni una agresión sin respuesta. Ni un paso atrás en la lucha feminista", concluyen.
A la primera denuncia, que llegó al canal interno de Ferraz el 11 de junio, siguió una segunda el 14 de octubre en la que la mujer reiteró sus acusaciones contra el líder local del partido, recordó que el escrito remitido meses atrás y lanzó un SOS. "Temo por mi integridad física, va a venir a por mí", advirtió sin que se tuviera en cuenta su petición de auxilio.
Al escándalo de Torremolinos se suma la enorme polvareda levantada dentro del PSOE por la gestión de las denuncias contra Francisco Salazar, quien fue uno de los hombres fuertes de Pedro Sánchez tanto en La Moncloa como en Ferraz. En la primera vez que se ha referido al caso desde su estallido, el presidente del Gobierno ha asumido este sábado "en primera persona" el "error en la velocidad de la interacción" con las dos mujeres que acusan de acoso sexual al político andaluz.