El presidente español y el primer ministro marroquí, Aziz Ajanouch, no comparecieron ante los medios, como suele ser habitual, lo que provocó duras criticas de las asociaciones de prensa.
Sin luces ni taquígrafos y sin la rueda de prensa que suele ser tradicional en las cumbres con líderes de otros países, Pedro Sánchez presidió este jueves en la Moncloa la XIII Reunión de Alto Nivel España-Marruecos, un encuentro marcado por la brevedad (apenas unas horas), la opacidad, las ausencias de una parte del Ejecutivo (todos los ministros de Sumar) y, sobre todo, la escenificación pública de las discrepancias entre los socios de la coalición respecto a la indescifrable política exterior de Sánchez con el país vecino y, en especial, su volantazo unilateral sobre el Sáhara Occidental.
Desde que en marzo de 2022 Sánchez dio un giro de 180 grados en la histórica postura de neutralidad de España sobre el Sáhara Occidental y respaldó las aspiraciones de Marruecos de convertirlo en una región autónoma dentro del Reino, cosa que el presidente español hizo a espaldas de sus socios y del Parlamento, la relación entre España y Marruecos ha estado envuelta en una espesa niebla... Y ha sido motivo permanente de fricción y tensiones entre el PSOE y sus socios de Gobierno, primero Podemos y ahora Sumar. Y ello a pesar de que la ONU ha ido virando en su posición desde la apuesta histórica por avanzar hacia un referéndum en el Sáhara hasta considerar que una "verdadera autonomía" podría ser "la solución más factible" para resolver el conflicto, según una resolución aprobada el pasado octubre.
Solución "factible"
Precisamente, este fue el argumento al que se aferró Sánchez para reiterar, en la declaración conjunta que firmó con el primer ministro marroquí, Aziz Ajanouch, su cambio de postura: "Una verdadera autonomía bajo su soberanía (de Marruecos) podría ser la solución más factible". Así lo recoge un texto en el que no hay una sola mención a la soberanía española sobre Ceuta y Melilla, más allá de una vaga referencia a la "soberanía nacional e integridad territorial" como "piedras angulares de la convivencia pacífica entre los pueblos".
Si Sánchez y Ajanouch buscaban no ser interpelados sobre esa cuestión evitando comparecer públicamente en una conferencia de prensa, lo que fue duramente criticado por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), que calificaron de "inaceptable" el esquinazo del presidente, solo lograron a medias su objetivo. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no participó en la cumbre (tampoco sus ministros), lo que no fue óbice para que irrumpiera en ella a través de las redes sociales y advirtiera, en plena celebración del encuentro: "Vamos a decirlo claramente, no vamos a ceder un centímetro de tierra saharaui", y proclamando, en un mensaje grabado en vídeo, "hoy y siempre, viva el Sáhara libre".
Este rifirrafe político, mediante el que Díaz no dudó en desafiar al presidente del Gobierno, y otras quejas y reivindicaciones, como las del presidente de Canarias, Fernando Clavijo, que reprochó a Sánchez que le dejara fuera de la cumbre a pesar de que se iba "a hablar de Canarias", acusándole de incumplir la agenda de la islas y de faltar a la lealtad institucional, relegó a un segundo plano el contenido de la cumbre y los acuerdos alcanzados.
Según el Gobierno, en el transcurso de la reunión bilateral se rubricaron un total de catorce acuerdos de cooperación, incluidos once memorandos de entendimiento. Entre ellos figuran varios destinados a la mejora de la colaboración en la gestión de desastres naturales, agricultura y pesca, que ponen el foco en la innovación, la gestión del agua, el apoyo al medio rural y la lucha contra la pesca ilegal, y otros que persiguen incrementar la colaboración fiscal con el refuerzo de la digitalización tributaria, así como un memorando para el envío y recepción de solicitudes de cooperación por medios electrónicos.
Entre las novedades de la cumbre de ayer se encuentra el compromiso de crear una Alta Comisión sobre Cooperación Industrial, orientada a la inversión productiva, la integración y diversificación industriales y la innovación.
En materia de inmigración, los dos gobiernos se comprometen, en su declaración conjunta, "a reforzar sus esfuerzos en la lucha contra la inmigración irregular, el tráfico de personas, el fraude documental y la trata de seres humanos", calificando de "ejemplar y leal" la cooperación de Marruecos en este ámbito.
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