Sainz reconoce lo duro que fue cambiar el chip en Williams: “No elegía bien las batallas”

Carlos Sainz ha pasado por un proceso de adaptación a su nueva situación en Williams Carlos Sainz ha hecho balance de su primera temporada con Williams. Un año complicado en el que ha llegado a estar muy frustrado, pero que ha terminado de la mejor manera posible. El balance de la temporada 2025 de Carlos Sainz con Williams es agridulce. Es cierto que los podios de Azerbaiyán y Qatar dejan una sensación muy satisfactoria, así como la adaptación al equipo y su integración en el grupo humano. Sin embargo, no es menos cierto que la primera mitad del año fue extremadamente dura. Carlos Sainz sufrió para adaptarse al Williams FW47 y, cuando estuvo en disposición de extraer buenos resultados, diversos problemas de todo tipo acabaron por arruinar dicha posibilidad. Afortunadamente, tras el parón veraniego todo cambió y Carlos Sainz fue capaz de traducir en resultados todo su potencial, acabando el año en plena forma y con varias actuaciones muy destacadas. «¿Qué hacía diferente? En esa época el octavo era mi victoria» Un 2025 «muy raro» para Sainz Ahora que la primera temporada en Williams ya es historia, Carlos Sainz ha hecho balance de lo vivido tras marcharse de Ferrari y unirse a un equipo también histórico, pero que lleva años alejado de los primeros puestos. Y lo primero que el piloto madrileño apunta es que la de 2025 «ha sido una temporada muy rara». ¿La razón? Que Sainz se sintió rápido desde muy pronto, pero no consiguió obtener resultados hasta bien avanzada la temporada. «He tenido seis meses de adaptación que quizás ha sido de los coches a los que más rápido me he adaptado, me he sentido cómodo desde el primer momento. Se demuestra en las primeras carreras o el test de Baréin, donde fui muy rápido», recuerda Carlos Sainz. «En las clasificaciones de Imola o Miami ya estaba haciendo top 5 con el Williams. Si alguien dice cuando firmé en el verano de 2024 que sería primero en la Q2 de Imola o quinto en la Q3 de Miami, te esperas que me vaya bien en Williams», añade el madrileño. Carlos Sainz ha tenido que readaptarse a la lucha por las posiciones intermedias de la parrilla.«El problema es que, por una razón u otra, los resultados el domingo no llegaban», prosigue, avanzando en su análisis de temporada. «Es muy raro, cada vez era una razón diferente y no conseguía entender por qué me pasaban tantas cosas. Pero manteniendo la calma y trabajando duro, los resultados llegaron en la segunda mitad». Después de tres ceros seguidos en Hungaroring, Zandvoort y Monza, la suerte de Carlos Sainz cambió de golpe en Bakú, dando inicio a una racha de muy buenos resultados para terminar el año. «Siempre tienes dudas y preocupaciones en una temporada nueva. Pero si hay velocidad no hay dudas. Yo dije desde el principio que era rápido. Yo sabía que los resultados iban a llegar en cuanto pudiera enderezar un par de cosas», reitera un Sainz que nunca perdió la confianza en sí mismo. «Por eso el podio de Bakú para mí fue tan importante, por dárselo a Williams por primera vez en tantos años, y también porque yo tenía una narrativa desde el inicio del año, decía que iba rápido y que nos pasaría algo bueno cuando nos dejasen de suceder algunas cosas», argumenta Sainz. «Con ese podio me recordé a mí mismo que en cuanto hay un coche para luchar por un podio, lo hago. Lo consigo. Lo hice también en Austin [en la carrera Sprint], eso me tranquilizó porque pude demostrar tanto a mi equipo, como a los medios, como a mí mismo que iba a ser así», agrega. Carlos Sainz precede a su antiguo compañero en Ferrari, Charles Leclerc, en el circuito de Miami De luchar por victorias a conformarse con los puntos Muchos han sido los factores que han influido en la temporada tan irregular de Carlos Sainz. Uno de ellos ha sido el hecho de tener que cambiar de mentalidad, asumiendo que la lucha en la cabeza es distinta a la que se libra en mitad de parrilla. «En esas 10 primeras carreras hubo errores de todos, incluidos míos. Yo siempre levanté la mano cuando creí que fue así. En esta segunda mitad ha seguido habiendo errores, también míos», admite Sainz. «Errores de carrera, quizás de no elegir bien las batallas o no tener en cuenta contra quién luchaba. He tenido tres o cuatro accidentes, con pilotos rookies que debí juzgar mejor que eran rookies y darles medio metro más. Y, sigo siendo autocrítico, ha habido muchas ocasiones este año en las que se podía asegurar un octavo, séptimo o noveno puesto como en Monza, Austin y otras carreras», lamenta. Aprender a valorar un final en los puntos Durante su etapa en Ferrari, Carlos Sainz estuvo acostumbrado a marcarse como objetivo el podio. Sin embargo, en la lucha de mitad de parrilla, cualquier punto es bienvenido y eso obliga al piloto a ser más bien conservador en muchos aspectos. «A mí los octavos puestos no es que me den igual, pero me enorgullezco menos por dar al equipo cuatro o seis puntos y no le veo tanto valor, porque he ganado carreras y he hecho podios», argumenta Sainz al respecto de este cambio. «Pero he tenido que readaptar mi mente para recordarme que esos cuatro puntos para Williams sí son muy valiosos en el campeonato de constructores. Hago autocrítica porque podía haber asegurado muchos más puntos de los que tengo y no aseguré por querer ganar una o dos posiciones más», reconoce un Sainz que este año perdió puntos en lances evitables con Tsunoda, Lawson y Bearman, entre otros. De izquierda a derecha, Oscar Piastri, Max Verstappen, Hannah Schmitz y Carlos Sainz en el podio de Qatar«Está claro que en esta zona de la parrilla tienes que ser [más conservador]. Cuando corría en Toro Rosso, Renault o McLaren lo era. Tenía rachas largas [en los puntos]. Es una reflexión que he hecho a final de año, lo he pensado, porque yo antes era un piloto que no me bajaba de los puntos en carreras consecutivas. ¿Qué hacía diferente? En esa época el octavo era mi victoria», rememora Sainz. «Ahora que he conseguido podios o victorias, quizás no pienso con claridad que un sexto puesto o un octavo siguen siendo una minivictoria en Williams. Hay que escoger mejor las batallas y también hay que pensar en que en las condiciones que he corrido este año debía haber sido más conservador», amplía el madrileño. «Y me da mucha rabia decirlo, porque nunca he sido conservador desde que estoy delante. Pero podría tener 100 puntos esta temporada si lo hubiese sido», concluye.