El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha encargado una auditoría al Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA) para saber si el brote de la peste porcina africana (PPA) detectado en Barcelona tuvo su origen en un laboratorio.
En declaraciones desde el centro de mando instalado en la finca de Torreferrussa (Santa Perpètua de Mogoda), el jefe del Ejecutivo catalán ha dicho que se revisarán "de forma exhaustiva" todas las instalaciones y protocolos de los centros que trabajan con este patógeno dentro del radio de 20 kilómetros alrededor de la zona donde se han hallado los jabalíes contagiados, un total de 13 hasta ahora. Illa no ha concretado qué equipamientos son, sino que se ha limitado a decir que "no son más de cinco".
El propio IRTA está bajo el foco desde ayer por la tarde, cuando esta nueva hipótesis del contagio detectado hace ocho días fue comunicada por el Ministerio de Agricultura tras el informe de las muestras analizadas por el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA) de Valdeolmos (Madrid), laboratorio de referencia de la Unión Europea.
"El informe nos dice que no podemos descartar ninguna hipótesis y, por eso, activamos ya de forma preventiva esta revisión", ha indicado Illa, que ha añadido: "No podemos confirmar nada, pero tampoco podemos descartar nada".
Con este encargo, el president ha querido mostrar su "plena confianza" en el IRTA, un instituto de investigación adscrito al Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat.
Uno de sus principales laboratorios es el Centre de Recerca en Sanitat Animal (IRTA-CReSA), una institución de referencia en este campo que se ubica en el campus de la Universidad Autónoma de Barcelona, en Bellaterra (Cerdanyola del Vallès), a menos de un kilómetro del punto donde, la semana pasada, se hallaron los dos primeros jabalíes muertos por peste porcina africana.