De la decepción a la incertidumbre: el vórtice polar se salvó por poco, pero nos recuerda quién manda en invierno
1 comentarioFacebookTwitterFlipboardE-mail 2025-12-11T13:30:32ZJavier Jiménez
Editor Senior - CienciaJavier Jiménez
Editor Senior - Ciencia Linkedintwitter3752 publicaciones de Javier JiménezAunque suena a algo complicado, el vórtice polar estratosférico es, sencillamente, el gran sistema de aire frío y bajas presiones de la Tierra. Uno al norte y otro al sur, girando al rededor de los polos, actuando como barrera que mantiene el aire gélido lejos de las zonas templadas del planeta.
Cuando colapsa, el mundo lo nota.
Y justo eso fue lo que ocurrió en noviembre. Un calentamiento súbito de la estratosférica ártica (subidas de hasta 30 grados en pocos días) hizo que una enorme masa de aire entrara en la troposfera y, como respuesta, los vientos del oeste se desplomaron desde valores fuertes hasta casi 0 metros por segundo. El vórtice se paró.
Algo extremadamente raro a finales de noviembre. Y no es solo una curiosidad científica; sino que conlleva una redistribución brutal de las masas de aire. Sin embargo, el vórtice no llegó a romperse del todo: fue un golpe rápido y fuerte que dejó al sistema en stand-by, pero volvió a arrancar relativamente rápido.
Por eso, las espectaculares consecuencias que se esperaban no se hicieron realidad.
En XatakaEl calentamiento súbito ha empezado ya: algo se mueve en el norte y el vórtice polar está más débil que nunca¿Entonces? Que siendo verdad que el calentamiento fue "histórico", "muy raro" para las fechas en las que se produjo y "muy brusco", hay que entenderlo (sobretodo) como un aviso de que la atmósfera está muy inestable este invierno.
Como una llamada de atención: algo que tenemos que monitorizar.
Lo que dicen los modelos.Como explican desde MeteoVigo, los modelos indican que la fuerza de los vientos estratosféricos (el “músculo” del vórtice) va a volver a descender en los próximos días; pero de cara a los últimos días de diciembre (en torno al 26) el vórtice tenderá a recuperar una forma más circular y una intensidad cercana a la media climática.
¿Y qué significa todo esto? Para Europa (y específicamente para España), el vórtice es algo importante: condiciona la probabilidad de inviernos fríos, de bloqueos anticiclónicos en latitudes altas y de trenes de borrascas atlánticas. Es decir, que si el vórtice se fortalece de cara a diciembre habrá menos probabilidad de irrupciones árticas extremas y, posiblemente, un mayor peso de las borrascas.
No obstante, todas los escenarios están abiertos: los modelos siguen dibujando un inverno más movido de la época.
Imagen | Earthnullschool