«Mi padre, José Luis Ábalos, cae en desgracia en el partido porque Pedro Sánchez le dio tanto poder que desplazó a gente a la que dejó sin nada. Los recelos contra él se dispararon. Se empezó a deshumanizar al personaje con lo que yo llamo la operación Navalcarnero, la fiesta de Halloween de 2020 en la que la ex mujer de mi padre, Carolina Perles, le dice a Maritcha Ruiz Mateos -entonces directora de comunicación del PSOE- y a Adriana Lastra -entonces vicesecretaria general- que tiene todo tipo de pruebas contra él, y el presidente lo destituye. Ellas planean su venganza y Sánchez la ejecuta. Y eso que habían trabajado juntos los cambios en el Gobierno y él iba a ser ministro de Defensa».
Víctor Ábalos (Valencia, 1980), hijo del ex ministro de Transportes ahora en prisión, relata a EL MUNDO por primera vez su versión sobre la caída en desgracia política y judicial de su progenitor. Sostiene que él no es el testaferro de su padre, ni ha cobrado comisiones, ni existe una fortuna oculta en Latinoamérica. Denuncia que le han «destrozado la vida» y revela que el ex secretario de Organización Santos Cerdán intentó comprar con todo tipo de ofertas económicas y laborales el silencio de su padre. Todo para que no revelase ningún tipo de información sensible tras la detención de Koldo García en febrero de 2024: «Santos le ofreció un cheque en blanco a mi padre en nombre del presidente», asegura. «Yo todas estas cosas las sé porque yo estaba siempre a su lado y escuchaba sus conversaciones», enfatiza.
«Cuando Sánchez relevó a mi padre, se preguntó: '¿Cómo va a destituir a su hombre fuerte, a su amigo?'. Le llamaba 300 veces al día, y la cama de su casa todavía está caliente de las veces que se ha quedado Pedro Sánchez allí a dormir cuando hacían las campañas siendo cuatro locos», rememora Víctor Ábalos.
«El cese surge, además, cuando Margarita Robles se entera de que mi padre quiere ir a Defensa y que se le acaba el rollo. Si mi padre hubiese sido un corrupto, ¿por qué habría querido dejar el Ministerio de Transportes? En realidad, él quería pasar a un segundo plano en el Gobierno, en medio de un divorcio duro. A partir de entonces, el CNI hace un informe que me cuentan que fue elaborado sobre mi padre pero también sobre mí, con todo tipo de barbaridades. Nos enteramos de que existe ese informe porque hay un momento en el que el presidente le pregunta a Santos Cerdán 'quién es Víctor', en referencia a Víctor de Aldama».
La existencia de dicho informe ya fue contada por el empresario Víctor de Aldama, que también atribuyó a ese documento la destitución de Ábalos como ministro de Transportes.
"Su cese surge cuando Margarita Robles se entera de que mi padre va a ir al Ministerio de Defensa"
«A partir de ahí se activa una bomba interna controlada contra mi padre por parte del Clan de Navalcarnero y de dirigentes del Ministerio. Se activan Ricardo Mar [entonces director de Gabinete de Ábalos] y Pedro Saura [entonces secretario de Estado de Transportes] para hacerle la cama. Se abre un melón que provoca su cese y el presidente le deja vendido», prosigue el hijo del ex líder socialista, al que la Fiscalía Anticorrupción pide 24 años de prisión en la causa en la que se va a juzgar su participación en la adjudicación de material sanitario a empresas intermediadas por Aldama y la colocación de su ex compañera sentimental Jéssica Rodríguez en empresas públicas.
"La cama de la casa de mi padre está caliente de las veces que se ha quedado Sánchez a dormir"
El hijo del ex ministro también aborda con detalles de primera mano el rol de Cerdán, recientemente excarcelado y acusado de graves delitos de corrupción en el denominado caso Koldo. «Siempre me pareció un hombre austero, sobrio. Su obsesión era meter a Koldo García en Moncloa y, como no pudo, lo metió en el Ministerio de Transportes con mi padre. Si mi padre llega a saber que Santos tenía una empresa [la constructora Servinabar, que se llevó millonarios contratos públicos], nunca lo habría permitido». «Nadie sabía nada de Santos Cerdán, todo el mundo ponía la mano en el fuego por él. Su problema han sido las grabaciones de Koldo. Si no llegan a salir, seguiría como secretario de Organización del PSOE».
«Cuando estalla el caso, Santos Cerdán fue a casa de mi padre para que no cantara y le ofreció un cheque en blanco en nombre del presidente: el pago de los abogados, un trabajo en la consultora Acento, tertulias televisivas, todo lo que quisiera. Acudió Santos porque, obviamente, en ese momento el presidente no podía contactar con él».
"Nadie se cree que mi padre vaya a fugarse. ¿Qué va a hacer, operarse la nariz y ponerse pelo?"
«Mi padre hasta ahora no iba a hablar porque pensaba que la Justicia iba a ser justa», asegura Víctor Ábalos en referencia a las declaraciones que hizo a este periódico horas antes de ingresar en prisión, en las que reveló que la esposa de Pedro Sánchez intervino para desbloquear el rescate de Air Europa. «Pero mi padre ha decidido hablar al comprobar que jugamos en un tablero predeterminado en el que hemos llegado tarde a la partida», justifica.
«Mi padre se ha comido marrones que no ha merecido. Muchos marrones. Y ahora no le encuentran nada. Nadie se cree que vaya a fugarse. ¡Pero si todo el mundo lo conocería en el aeropuerto! ¿Qué va a hacer, operarse la nariz y ponerse pelo?».
El hijo mayor del ex ministro también se rebela contra el papel de la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, a la que acusa de haber zancadilleado a su padre: «Es alucinante. No respeta nada». A su juicio, Armengol incumple claramente el Reglamento de la Cámara Baja, que en su artículo 14.1 especifica que la presidenta de la Cámara debe advertir a «la autoridad judicial» de «la obligación de comunicar a la Cámara los autos y sentencias que se dicten y afecten personalmente al diputado o diputada».