El Ministerio de Comercio de China ha anunciado hoy que, tras la investigación por competencia desleal que inició en 2024, aplicará aranceles de hasta un 19,8% al cerdo procedente de la Unión Europea (UE) en represalia a las tasas de Bruselas a sus vehículos eléctricos.
Los aranceles definitivos que el Ministerio de Comercio de la República Popular China (MOFCOM) ha hecho públicos y que se aplicarán desde mañana a las empresas europeas exportadoras a ese país los próximos cinco años. Los gravámenes suponen una rebaja del rango de tarifas de hasta el 62,4% que Pekín estaba aplicando de forma provisional desde septiembre a determinadas variedades del sector.
El Ejecutivo comunitario toma nota con "preocupación" del anuncio de China y ha puesto en duda la legalidad de estos aranceles al porcino y asegura que hará "todo lo posible" para defender los intereses de los productores del sector frente a lo que considera un uso "abusivo" de los instrumentos de defensa comercial por parte de Pekín.
La investigación por competencia desleal que inició en 2024 halló que "productos y subproductos porcinos de la UE estaban generando competencia desleal, provocando un daño considerable a la industria en China", señala el MOFCOM. "Actualmente, el sector (porcino) nacional afronta dificultades, y hay una fuerte demanda de protección", explicó un portavoz de Comercio, que asegura que el informe llevó a cabo las pesquisas "protegiendo plenamente los derechos de todas las partes", y que su conclusión es "objetiva, justa e imparcial".
China constituye el principal destino de porcino de la Unión Europea, con más de 1,1 millones de toneladas importadas en 2024, según Interporc, y España es uno de los principales proveedores de porcino para el gigante asiático.
La carne de cerdo es, según informes del Gobierno español, la segunda partida más importante dentro de las exportaciones agroalimentarias del país, tan solo por detrás del aceite de oliva, y a China, concretamente, destinó casi el 20% de sus exportaciones en 2024: unas 540.000 toneladas en productos porcinos a China por 1.097 millones de euros, cifra que representó también el 12,5% del valor de las ventas exteriores del sector.
La investigación abarca carne y subproductos porcinos refrigerados o congelados, así como grasas y vísceras, y excluye al jamón ibérico, uno de los productos más representativos de la gastronomía española a nivel mundial, o a los embutidos, que apenas venden en China. El país asiático es un importante destino para despojos y partes menos cotizadas en Europa como orejas, morros o pies de ese animal.
Los aranceles de China al cerdo de la UE impuestos hoy oscilan entre el 4,98% para la española Litera Meat, el 18,68% para la danesa Danish Crown y el 19,8% para la holandesa Vion, según detalla la Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca (Interporc) en un comunicado. Para las empresas que colaboraron con la investigación, entre las que destacan varias españolas como El Pozo, Sánchez Romero Carvajal, Argal, Campofrío, Noel o Friselva, la tarifa será del 9,8%.
Estos porcentajes, asegura esta patronal, suponen que las medidas de China contemplan que a las empresas consideradas cooperantes -entre ellas la mayoría de las españolas- se les aplicará un arancel general del 9,8%, lo que supone una reducción del 50% respecto al gravamen provisional vigente hasta ahora.
Los aranceles impuestos por China a las importaciones de productos del cerdo de la UE tienen en cuenta la "colaboración" de las empresas españolas y suponen ciertas moderaciones de gravámenes, asegura Interporc.
Dichas concesiones chinas, según la interprofesional, ponen de manifiesto "la confianza de China en la calidad, la seguridad alimentaria y la profesionalidad del porcino europeo, así como en la respuesta y transparencia de las empresas", ha añadido.
Esta reducción, "especialmente significativa para las empresas españolas, es resultado de la intensa cooperación técnica y diplomática mantenida con las autoridades chinas", según Interporc.
"Interporc y las empresas exportadoras han colaborado de forma activa y han mantenido un estrecho contacto con las administraciones china y española en un contexto internacional complejo, marcado por la necesidad de garantizar relaciones basadas en el diálogo, el rigor técnico y el respeto a las normas", aseguran.
La decisión sobre los aranceles chinos debe interpretarse, según Interporc, "en clave estratégica": el sector europeo no solo ha defendido eficazmente sus intereses comerciales, sino que "ha fortalecido su relación" con un socio global clave.
La UE "defenderá a los productores europeos"
El portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill, ha señalado a Europa Press que "estamos haciendo todo lo posible para defender a los agricultores y exportadores de la UE contra el uso abusivo de los instrumentos de defensa comercial por parte de China", y señala que "la Comisión dará todos los pasos necesarios para defender los derechos de los productores europeos".
Gill ha explicado que, de acuerdo a una primera evaluación, los servicios comunitarios creen que la investigación por la que China ha dado este paso se basa en "acusaciones cuestionables y pruebas insuficientes", por lo que ahora están evaluando en base a toda la información disponible si incumple la reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Además, ha recordado que Bruselas ya tomó medidas ante la OMC contra China por el inicio de una investigación 'antisubsidios' del sector lácteo y por la imposición "indebida" de medidas provisionales contra las importaciones de brandy.
Pekín abrió estas pesquisas a mediados del año pasado -también otras contra el brandy o determinados productos lácteos- ante las tensiones con Bruselas a cuenta de los coches eléctricos, y las prorrogó el pasado mes de junio hasta hoy ante la "complejidad" del caso, informa Efe desde Sangháii.
España, que inicialmente estaba considerada entre los países impulsores de los aranceles, finalmente se abstuvo en la votación en la que se decidió aplicar esas tasas, en octubre de 2024.
China y la UE protagonizaron un relativo acercamiento en los últimos meses, en especial tras la escalada arancelaria desatada por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Precisamente EE. UU. había sido señalada el año pasado por los analistas del sector como posible beneficiada de los aranceles al cerdo europeo, junto a Brasil, Canadá o Argentina.
La UE -donde destacan también otros productores como Países Bajos o Dinamarca- llegó a destinar a China un 55% de sus exportaciones de cerdo en 2020 ante la falta de producción en el país asiático tras una grave epidemia de peste porcina africana, pero la cifra bajó al 30 % en 2023 a medida que se recuperaba la cabaña nacional.
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