Pilar Bernabé. Rober Solsona / EP
Valencia El 'caso Salazar' empaña el ascenso de Pilar Bernabé en Valencia y complica la estrategia electoral del PSOEEl PP pide su cese por "silenciar" a las denunciantes y por su "actitud negligente" por no contactar con ellas.
Más información:Miembros del Gobierno y dirigentes del PSOE sostienen que es Sánchez quien está protegiendo a Paco Salazar
Marta Gozalbo Publicada 8 diciembre 2025 03:04hLa crisis que atraviesa el PSOE por el escándalo de Paco Salazar, a quien varias afiliadas denunciaron por acoso sexual sin que el partido hiciera nada durante cinco meses, ha acabado por salpicar a la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé.
El escándalo la ha situado en el ojo del huracán, tanto a ella como a la secretaria de Organización de los socialistas, la valenciana Rebeca Torró, por la gestión de las denuncias que afectan al exasesor de Moncloa.
Bernabé es la secretaria de Igualdad del PSOE, área que se encarga de garantizar que este tipo de situaciones no se produzcan o, en su defecto, de investigar los casos que se denuncien. La segunda, es la responsable de la comisión de derechos y garantías de la formación.
Sánchez asume "en primera persona" la responsabilidad del caso Salazar sin concretar cómo: igual que con Ábalos y CerdánEl caso Salazar estalló hace más de cinco meses, cuando el propio excargo socialista, que estaba llamado a ser adjunto de Organización y, por tanto, mano derecha de Torró, fue apartado de las responsabilidades que ostentaba tras varias informaciones publicadas por El Diario.
Estas señalaban un trato sexual denigrante hacia las mujeres con las que trabajaba: desde comentarios por la vestimenta que llevaban, a mensajes inapropiados subidos de tono. Y que el propio denunciado se paseaba con la bragueta del pantalón bajada y se arrimaba a las mujeres mientras éstas permanecían sentadas en su despacho.
La comisión antiacoso del partido recibió entonces en su canal dos denuncias anónimas. Pero a lo largo de estos cinco meses nadie del organismo se puso en contacto con las víctimas.
Incluso, las dos denuncias acabaron desapareciendo de la plataforma informática en la que supuestamente se tenían que registrar los avances de la investigación interna.
Desde Ferraz reconocieron este viernes en un comunicado a la militancia que "la comunicación con las denunciantes anónimas" no había "estado a la altura" y debía "ser mejorada".
Entonaron el 'mea culpa' y adquirieron un compromiso de mejora a futuro. Un reconocimiento público que, en definitiva, supone una enmienda a la totalidad a la actuación de ambas dirigentes.
El escándalo no hace más que empañar el ascenso político de la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, a quien Pedro Sánchez fió dirigir esta área el 1 de diciembre de 2024, en un gesto que se interpretó como un reconocimiento a su gestión en la dana que golpeó la provincia de Valencia apenas un mes antes, el 29 de octubre.
Bernabé compara sus políticas de vivienda a las de la alcaldesa de Valencia, María José Catalá. EE
Aquel nombramiento fue la confirmación de un liderazgo en pleno proceso de construcción. La dirección nacional reforzó así su perfil político: aprovechó su creciente visibilidad por la dana y confió en ella la apertura de una nueva etapa hasta el punto de postularla como candidata a la Alcaldía de Valencia para 2027.
Sin embargo, Salazar es ahora un punto de inflexión. Aunque la propia Bernabé pidió "perdón" el pasado jueves (el viernes prefirió sortear a la prensa hasta que Ferraz reconoció por la tarde los fallos cometidos), lo cierto es que ya se ha convertido en una mancha en su trayectoria un año después de tomar las riendas de un área especialmente relevante para un partido que hace bandera del feminismo.
La crisis actual ha socavado su liderazgo justo en el momento en el que su imagen pública se había consolidado en la ciudad.
Ofensiva del PP
Hasta el momento, su figura apenas había tenido que enfrentar envites por parte del PP, partido que será su principal rival en las elecciones municipales dentro de año y medio.
Los populares habían centrado su discurso de ofensiva al Gobierno en la falta de información de Aemet y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) el día de la dana. Pero el mensaje no ha calado en exceso en la sociedad.
Sin embargo, el caso Salazar lo ha cambiado todo y ha brindado a los populares munición para acometer un cambio de estrategia y encarar la futura cita en las urnas.
Bernabé. Fernando Sánchez / EP
El Partido Popular de la Comunidad Valenciana registró ya este viernes una propuesta en Les Corts en la que solicita al Ejecutivo el cese de Pilar Bernabé como delegada del Gobierno en la Comunidad. La acusan de "silenciar" el caso yde mantener una actitud "negligente al no proteger a las víctimas".
"Es una conducta impropia de una persona que ejerce un cargo público, en el que una de sus principales funciones consiste en proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades, no tratar de silenciar las denuncias", expusieron los populares en su escrito, que además acompañaron con un vídeo crítico de las diputadas de su bancada.
Para su portavoz en el Parlamento autonómico, Fernando Pastor, la información revelada pone de manifiesto "la mala gestión de Torró y Bernabé, a quien corresponde proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades". Pastor reprochó, además, que "nadie contactara con las víctimas hasta noviembre", casi medio año después de lo sucedido.
La oposición de Bernabé ya ha encontrado su talón de Aquiles, y todos los fallos que se han producido en el protocolo frente al acoso sexual del PSOE (y de los que es la responsable última), sin duda, serán la diana a la que disparará el PP en la próxima campaña electoral en Valencia.