La cuña de radio es muy sencilla y muy directa. En sólo 20 segundos, resume a la perfección el eje central de la campaña de María Guardiola. Consiste en una voz femenina que relata, con tono pesaroso, cómo recela de "este PSOE" rodeado de escándalos. Un partido al que quizá votó antes, cuando los socialistas eran absolutamente hegemónicos en Extremadura, pero que ahora ("este") la ha defraudado. "Este PSOE y su candidato son una gran decepción: corrupción, enchufismo y una pinza con Vox que secuestra y bloquea a nuestra tierra. Es el momento de avanzar sin populismos con una mujer como nosotras, trabajadora y resolutiva. Voy a votar a María Guardiola porque es la estabilidad frente a las posturas radicales". Toda la estrategia está en esos 20 segundos: el desencanto con el PSOE, la dicotomía entre estabilidad o bloqueo, la apelación al voto de las mujeres que se puedan ver identificadas con ella, la crítica a un Vox que zancadillea la acción de gobierno, la apelación al voto estratégico, la templanza frente a la radicalidad y el liderazgo "resolutivo" frente al exceso de testosterona.
Con mensajes como éste en todas las radios y con una agresiva campaña en redes sociales, María Guardiola, presidenta de Extremadura y candidata del PP a las elecciones del 21 de diciembre, va a intensificar su apelación al voto femenino y al voto útil en la segunda mitad de la campaña. La baronesa popular lanzará hoy mismo, en el acto central de su campaña junto a Alberto Núñez Feijóo, una llamada al "voto estratégico" de las mujeres, ahora que el PSOE está sumergido en una espiral de casos de presunto acoso sexual y sufre con cada revelación de la UCO sobre el consumo de prostitución entre destacados socialistas. "Lo que más daño nos hace no es la corrupción, es el machismo", reconocen en Ferraz.
"En la recta final de campaña, es muy importante la apelación al voto femenino, es algo muy sutil pero determinante para no depender de Vox. Vamos a por ese voto claramente y también a por los de Vox, porque sólo concentrando el voto se puede desbloquear Extremadura", explican fuentes de la candidatura de Guardiola.
El PP no quiere echar las campanas al vuelo y opta por la prudencia, pero el mal momento del PSOE ya les hace soñar con acercarse mucho a la mayoría absoluta, que son 33 diputados. En los trackings internos que manejan los populares, el PSOE ha caído hasta el umbral de los 19-20 diputados (en la actualidad tiene 28) y no para de perder apoyo. Y el PP se sitúa ya en 31-32 escaños, "y creciendo". Vox, por su parte, lograría 8-9 representantes, tras estancarse en el 12% de intención de voto. Y Unidas por Extremadura se haría con 4-5.
Ese techo aparente de Vox ha llenado de esperanza al PP, que en el final de campaña va a lanzar el mensaje de que votar a la formación de Santiago Abascal "es votar al PSOE para que nada cambie". Este mensaje se ha diseñado para hacer una campaña negativa en redes, con la imagen de Pedro Sánchez y el candidato del PSOE, Miguel Ángel Gallardo, con un fondo negro. Otro vídeo de la campaña del PP para redes dice: "Es el momento de votar estratégicamente". Detrás del mensaje, aparece de nuevo la imagen de Sánchez y Gallardo con un fondo negro. "Preocupados por su futuro, no por el tuyo", se lee en otro mensaje de campaña, con una imagen de David Sánchez y Gallardo con un fondo color rojo PSOE, y un titular sobreimpresionado que recuerda que ambos "serán juzgados tras las elecciones".
Un cuarto vídeo, muy pensado para Instagram y TikTok, apela directamente al voto útil de Vox: "Una mayoría del PP es la derrota del sanchismo en Extremadura".
Pero la caza mayor son las mujeres que antes votaban al PSOE y ahora están desencantadas. "Los socialistas no van a salir a votar con este candidato y en este clima", explican en los cuarteles generales de la campaña del PP. "Y puede haber muchas mujeres socialistas que, pensando que el PSOE lo tiene todo perdido, prefieran que, ya que va gobernar Guardiola, al menos lo haga sin depender de Vox", explican. "Hay muchas votantes socialistas que no están descontentas con Guardiola y podrían votarla tácticamente", rematan el argumento.
Antes de los escándalos de presunto acoso sexual, los datos ya eran elocuentes: el 28% de los votantes socialistas y el 60% de los de Vox aprobaban su gestión. El 18% de los votantes del PSOE quería que ella siguiera siendo la presidenta, mientras que un 26% aún dudaba. Y el 59% de los votantes de Vox quería que Guardiola siguiera al frente de la Junta. El PP cree que estos porcentajes pueden haber aumentado ahora, por el clima de corrupción.
Por eso van a pisar el acelerador en el caladero femenino y en convencer a los electores de Vox de que es mejor el voto útil para aprovechar la oportunidad de propinar una derrota inapelable a Pedro Sánchez. Otra de las cuñas radiofónicas que han preparado dice así: "El PSOE y Vox han formado una pinza que bloquea nuestra tierra. Una pinza que ahoga nuestros sueños y quiere detener lo que hemos logrado juntos. El 21-D, tu voz importa. No te quedes en casa: rompamos el bloqueo".
Y hay una última cuña que apela directamente a desincentivar el voto a Vox. Un hombre -electorado prototípico de esta formación- dice: "Extremadura no puede perder más tiempo con bloqueos. Vox y PSOE han sumado sus votos más de 40 veces para impedir el avance de nuestra tierra. Sólo el voto a María Guardiola sirve para derrotar al sanchismo. Es el momento de concentrar el voto".
Sin embargo, hay un lunar en la estrategia "atrapalotodo" de Guardiola: la presidenta regional se ha negado a acudir al debate a cuatro que RTVE ha organizado el 18 de diciembre. ¿Por qué recela de que Gallardo, Óscar Fernández (Vox) e Irene de Miguel (Unidas por Extremadura) carguen juntos contra ella, si está denunciando la pinza? ¿Por qué no aprovecha, precisamente, esa oportunidad para visibilizarse en la centralidad frente al resto de candidatos? ¿Por qué no se lanza a por la mayoría absoluta con valentía? Ésa pregunta se la hacen muchos en su propio equipo.