Saturday, 13 de December de 2025
Política

Moncloa desprecia el órdago de Yolanda Díaz y la fuerza a decidir ya si rompe el Gobierno

Moncloa desprecia el órdago de Yolanda Díaz y la fuerza a decidir ya si rompe el Gobierno
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La vicepresidenta exigió a Sánchez cambiar de "arriba abajo" el Ejecutivo, algo que no está entre sus planes, y se enfrenta a su "así no podemos seguir" Leer

Yolanda Díaz echa un órdago a Pedro Sánchez. Le exige cambiar «de arriba abajo» el Gobierno para que la coalición tome una bocanada de oxígeno y no se ahogue entre los casos de corrupción y los de acoso sexual que afectan al PSOE. La vicepresidenta segunda y líder de Sumar sitúa toda la presión en el presidente, sin embargo, este ultimátum es también un bumerán para ella. Porque su golpe encima de la mesa, condensado en la frase «así no podemos seguir», ata el futuro del socio minoritario dentro del Ejecutivo a la reacción que tome Sánchez. ¿Qué consecuencias tiene si no se hace esa profunda remodelación? ¿Podría seguir Sumar en el Gobierno o se saldría a pesar de que aceleraría una descomposición que precipitaría elecciones anticipadas?

Todo órdago se gana o se pierde. Pero nada queda igual una vez que se ha echado. Y Díaz lo hizo ayer al sentenciar que «se acabaron las reflexiones», que «así no se puede continuar», que se necesita un «cambio radical» en el equipo de Gobierno porque, ahora sí, se ha llegado a «un punto de inflexión» por el que «toca actuar» y «reaccionar» con medidas.

Pese a esta contundencia, la primera respuesta de Moncloa no puede ser más desoladora para Díaz. Los planes de Sánchez no pasan por hacer ni una revolución ni un gran cambio en el Gobierno, apuntan las fuentes consultadas. Al contrario, la idea era, y no se ha modificado, abordar tan sólo los cambios puntuales que obligan las elecciones autonómicas por la salida de algunos ministros para presentarse. Ahí está el caso de Pilar Alegría, candidata del PSOE en Aragón, o María Jesús Montero, aspirante socialista en Andalucía. Cada una a su debido tiempo. La portavoz y ministra de Educación será pronto, porque se votará el 8 de febrero, y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda cuando se acerque la fecha de los comicios -que a más tardar son en mayo de 2026-.

Así pues, Sánchez desprecia la exigencia de Díaz de dar una vuelta al Consejo de Ministros para abrir una nueva etapa y tomar impulso. Al presidente le gusta hacer lo que llama «cambios quirúrgicos» y ése sigue siendo su planteamiento a pesar de la presión que trata de ejercer el socio minoritario. Defienden en el ala socialista que no hay ningún ministro vinculado con los últimos acontecimientos -investigaciones de la UCO y denuncias de acoso sexual-, pese a que el ex presidente de la SEPI detenido, Vicente Fernández, era de la confianza de Montero.

Las fuentes consultadas defienden que la hoja de ruta es la misma, «seguir trabajando» y mirar a 2027. Sánchez mantiene, como ha manifestado públicamente, que está «contento» con sus ministros. Además, las personas consultadas explican que, como sucedió con Ábalos y Cerdán, donde el presidente del Gobierno se planteó todas las opciones, hasta dimitir, hacer una remodelación implicaría asumir que tienen implicación en lo sucedido, cuando su defensa es que no es así.

De no haber un giro, este escenario aboca a Díaz al dilema de enfrentar su propia sentencia: «Así no se puede seguir». Y, en consecuencia, a tomar una decisión sobre el futuro de Sumar dentro del Gobierno.

Preguntada precisamente por esto en una entrevista en La Sexta, desde donde lanzó el órdago, Díaz no habló de romper con el PSOE y evitó verbalizar la amenaza explícita de hacerlo si esas medidas contundentes no se toman. Tampoco puso fecha límite a la «reacción» que espera del presidente del Gobierno. Aunque considere que debe ser urgente.

El que no ha esperado para acorralar a la vicepresidenta segunda por esto es Podemos. El portavoz del partido morado, Pablo Fernández, apremió a Díaz a ser «razonable» con lo que está opinando y a salir del Gobierno de coalición si, como dijo ayer, la situación es «insoportable».

La líder de Sumar incide en que el Gobierno no está «en el mes de julio» para diferenciar la «gravedad» de lo que está pasando ahora con la crisis que provocó el informe de la UCO sobre Santos Cerdán. Por entonces, el socio minoritario se conformó con las promesas de Sánchez de una batería de medidas contra la corrupción -muchas de las cuales siguen sin aprobarse- y con la promesa de dar un «giro social» con concesiones a Sumar. Los de Díaz dieron por buenas las explicaciones y mantuvieron que hasta que no hubiera sospechas de financiación irregular, no romperían con el PSOE.

Díaz cree ahora que Sánchez tiene que dar muchas respuestas y comparecer en el Congreso y ante los medios. Cambiar el Gobierno, sí, y también presentar un nuevo plan de medidas para acabar la legislatura.

Fuente original: Leer en El Mundo - España
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