El PSOE ha logrado mitigar el "enfado" de las responsables de Igualdad de las federaciones del partido con la gestión de las denuncias por acoso sexual y, en particular, por las presentadas por dos trabajadoras de La Moncloa contra Francisco Salazar -una de las personas de la máxima confianza de Pedro Sánchez-, que estuvieron cinco meses sin tramitarse. Lo que reclamaban a la dirección nacional eran medidas más contundentes, principalmente elevar el caso a la Fiscalía.
Las fuentes consultadas por este periódico apuntan a que algunas de las asistentes han insistido en la necesidad de judicializar este asunto trasladándolo al Ministerio Público, pero que "se ha cerrado con el argumento de que si lo solicitan las víctimas se les dará apoyo jurídico y psicológico". Además, se ha hecho una "petición reiterada de unidad" ante una sensación generalizada de "expectación".
Al término de una reunión de casi cuatro horas, la secretaria de Igualdad, Pilar Bernabé, ha atendido a los medios de comunicación a las puertas de la sede del partido arropada por varias de las responsables en esta materia de los territorios para tratar de trasladar una imagen de cohesión ante la sucesión de escándalos que están afectando a cargos del partido. La también delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana ha trasladado el compromiso del PSOE de trabajar en "un cambio de cultura" para "atajar la normalización de situaciones machistas", en lo que quieren ser "ejemplarizantes".
A falta de escuchar las explicaciones oficiales que iban a darles, la representante de Asturias, Natalia González, ha declarado a su llegada a Ferraz que si "las denuncias formuladas son verosímiles, como parece que es", seguirían insistiendo para que se llevaran a la Fiscalía después de que Sánchez hubiera descartado esta opción de plano, tal y como ha reiterado este viernes la secretaria de Organización, Rebeca Torró. A su salida, en cambio, había rebajado sus expectativas: "Va a haber un acompañamiento de las víctimas y eso es lo importante".
PSOELa reunión ha estado marcada por la ausencia de la secretaria de Igualdad del PSOE de Galicia, Silvia Fraga, que ha presentado su dimisión en la Ejecutiva autonómica celebrada este viernes por discrepancias con la dirección del partido en su comunidad tras las denuncias de acoso sexual contra el presidente de la Diputación de Lugo y alcalde de Monforte de Lemos, José Tomé. Ella había sido una de las que en un encuentro telemático convocado de urgencia la semana pasada había trasladado su desacuerdo por cómo se había gestionado el caso Salazar.
Sin dar importancia a esta renuncia, que se ha conocido mientras se producía la reunión presencial de este viernes, la dirección de Ferraz ha intentado trasladar la imagen de que se han podido amainar los ánimos internos pese a la sucesión de escándalos que no cesa. Los últimos -conocidos esta misma tarde- afectan al número dos del partido en la provincia de Valencia, Toni González, que ha dicho ser víctima de un "montaje", y al alcalde de Belalcázar (Córdoba), Francisco Luis Fernández, que ha dimitido de todos sus cargos.
"Va a ser así probablemente durante algún tiempo. No pasa nada", ha admitido Bernabé, que ha querido remarcar que "no es una cuestión de cuántos" casos o denuncias de acoso sexual salgan, sino de cómo va a actuar el partido. Asimismo, ha insistido en que se va a revisar el protocolo para ver qué es lo que ha fallado y que se pondrán en marcha "todas aquellas medidas que vayan encaminadas a la tolerancia cero", aunque sin detallar ninguna. "No es compatible ser socialista y ser machista", ha agregado.