Jueves, 18 de diciembre de 2025 Jue 18/12/2025
RSS Contacto
MERCADOS
Cargando datos de mercados...
Economía

Por qué Microsoft sigue apostando por Majorana, su chip de computación cuántica, tras la polémica

Por qué Microsoft sigue apostando por Majorana, su chip de computación cuántica, tras la polémica
Artículo Completo 1,117 palabras
Mientras IBM y Google compiten por cientos de cúbits en el desarrollo de computadoras cuánticas, Microsoft anuncia un chip con solo ocho. Detrás de esta cifra está la audaz estrategia de la empresa, que lleva en marcha más de 20 años.
Ritsuko KawaiSoftware y Cómputo18 de diciembre de 2025Majorana 1 es un nuevo material con propiedades topológicas distintas de las de los superconductores ordinarios. Cuando una heteroestructura, una estructura formada por la superposición de distintos materiales, compuesta por arseniuro de indio y aluminio a nivel atómico se enfría casi hasta el cero absoluto y se le aplica un campo magnético, aparecen cuasipartículas en un estado de energía cero, denominado "modo cero de Majorana", en ambos extremos del nanoalambre. Un bit cuántico con forma de H, llamado tetrón, está compuesto por cuatro de estas cuasipartículas.

El tetrón mide apenas 10 micrómetros cuadrados. Es aproximadamente 100 veces más pequeño que un cúbit superconductor convencional, y Microsoft afirma que un millón de tetrónes podrían caber en un chip del tamaño de la palma de la mano. Además, la compañía sostiene que un código especial de corrección de errores, llamado "código Hastings-Haah Floquet", reduce la sobrecarga, la cantidad de cúbits adicionales necesarios para la corrección de errores, en un factor de diez en comparación con los códigos de superficie convencionales.

Si esto se materializa, mientras que IBM y Google necesitarían miles de cúbits físicos para construir un cúbit lógico, Microsoft solo requeriría unos pocos cientos. El mayor desafío al que se enfrentan las computadoras cuánticas actuales es un fenómeno conocido como "decoherencia cuántica", en el que la información cuántica se pierde debido al ruido ambiental, como variaciones de temperatura, ondas electromagnéticas o vibraciones. Los cúbits superconductores y los cúbits de iones atrapados, un método en el que los iones se mantienen suspendidos mediante campos eléctricos o magnéticos, presentan tasas de error de entre el 0.1% y el 1%, muy por encima del umbral inferior al 0.01 % requerido para computadoras cuánticas prácticas.

Para superar esta brecha, la mayoría de las empresas recurre a la corrección de errores cuánticos, que utiliza grandes cantidades de cúbits físicos para construir cúbits lógicos virtuales y aplica códigos complejos para cancelar el ruido. El enfoque de Microsoft es distinto: en los cúbits topológicos, la información cuántica se distribuye de forma no local, lo que los hace menos susceptibles al ruido local y, en teoría, inherentemente más robustos frente a la decoherencia, ya que la banda prohibida del aislante topológico protege el estado cuántico.

la visión de Microsoft arrastra antecedentes problemáticos. En abril de 2018, un equipo de investigación apoyado por la compañía en la Universidad Tecnológica de Delft publicó un artículo en el que afirmaba haber encontrado pruebas claras de la existencia de la partícula de Majorana. Esto generó una enorme expectación en el sector, y Microsoft llegó a vislumbrar la posibilidad de ofrecer una computadora cuántica comercial en un plazo de cinco años.

No obstante, cuando Sergey Frolov, profesor de la Universidad de Pittsburgh, y Vincent Mourik, de la Universidad de Nueva Gales del Sur, realizaron su propio análisis de los datos, detectaron graves incoherencias lógicas. Señalaron que parte de los datos no publicados ponían en duda la afirmación de que la partícula de Majorana hubiera sido observada. El artículo fue posteriormente retractado en marzo de 2009 por falta de rigor científico. Se reveló que algunos datos habían sido excluidos de forma arbitraria y que ciertas etiquetas de los ejes eran incorrectas. Este episodio sembró desconfianza en torno a la investigación cuántica de Microsoft en su conjunto.

En este contexto, el anuncio de Majorana 1 generó una fuerte sensación de déjà vu entre los investigadores. Aunque el comunicado de prensa afirmaba haber logrado el primer cúbit cuántico topológico del mundo, el artículo solo demostraba la existencia de una fase topológica, un estado de la materia con propiedades topológicas, y seguía sin aportar pruebas concluyentes de la existencia de la partícula de Majorana.

Las preocupaciones también se extienden a la fiabilidad de los datos presentados. Kim Una, de la Universidad de Cornell, señaló problemas relacionados con el carácter ruidoso de los datos de las mediciones X. Javad Shabani, de la Universidad de Nueva York, afirmó: "Puede que sea algún tipo de cúbit, pero no veo pruebas de que sea incontrolado y topológico". Por su parte, Henry Legg, de la Universidad de St Andrews, concluyó que el método empleado por Microsoft para verificar la fase topológica podría producir falsos positivos, ya que señales similares pueden imitarse en sistemas no topológicos.

El problema de la tasa de error también es significativo. Según un documento adicional publicado por Microsoft en julio de 2025, la tasa de error de las mediciones X alcanza el 16%, muy lejos del objetivo necesario para un uso práctico. Incluso las mediciones Z presentan una tasa del 0.5%. Además, el tiempo durante el cual puede mantenerse un estado cuántico en una medición X, el tiempo de coherencia, es de apenas 14.5 microsegundos, insuficiente para realizar cálculos cuánticos complejos.

Microsoft logre desarrollar cúbits topológicos funcionales, los cúbits superconductores y los de iones atrapados ya estén en uso práctico y dominen el mercado.

IBM planea completar Quantum Starling, la primera computadora cuántica tolerante a fallos a gran escala, para 2029, con 200 cúbits lógicos. El objetivo es construir un sistema capaz de ejecutar 100 millones de puertas cuánticas con 100 millones de cúbits. Google también aspira a lograr pronto una computadora cuántica práctica y tolerante a errores. Microsoft acaba de comenzar, pero si consigue que los cúbits topológicos sean viables, la sobrecarga de corrección de errores podría reducirse drásticamente, abriendo la posibilidad de que supere rápidamente a sus competidores.

La estrategia de Microsoft es científicamente elegante y teóricamente atractiva. Sin embargo, la superioridad tecnológica no garantiza el éxito comercial. La historia de competiciones tecnológicas como Betamax frente a VHS o HD DVD frente a Blu-ray demuestra que el momento oportuno y el impulso del mercado suelen ser factores decisivos.

Tras los tropiezos de 2018, queda la pregunta en el aire: ¿la estrategia de "darse prisa y ponerse en marcha" dará resultado? El mundo observa con atención el desenlace de estas grandes apuestas en el ámbito cuántico.

Artículo originalmente publicado enWIRED Japón.Adaptado por Alondra Flores.

Fuente original: Leer en Wired - Negocios
Compartir