- El Congreso entierra la senda fiscal del Gobierno y Junts avisa de que "no habrá Presupuesto"
- Opinión. Un Presupuesto "irresistible", ¿como la corrupción?
El segundo rechazo al techo de gasto para 2026 deja en evidencia el colapso de la legislatura.
El Gobierno se volvió a topar ayer con la tozuda realidad de que no tiene apoyos en el Congreso de los Diputados para aprobar ninguna iniciativa de calado y ni siquiera prometiendo una mayor capacidad de gasto para las comunidades autónomas es capaz de recuperar el favor de sus hasta hace poco socios de legislatura. En concreto de Junts, que votó de nuevo en contra del techo de gasto para 2026, como ya hizo hace dos semanas en la primera votación del mismo, y además anunció que rechazará también el proyecto de Presupuesto que la vicepresidenta María Jesús Montero insiste en que llevará a las Cortes en las próximas semanas.
Deberán ser unas Cuentas menos "generosas" de las previstas inicialmente por Hacienda, ya que el rechazo definitivo a la senda fiscal consumado en la Cámara Baja con la suma de los votos de PP, Vox y Junts implica una reducción del margen de gasto de las administraciones territoriales en 5.500 millones de euros. Con estos mimbres, será si cabe más difícil para el Ejecutivo de PSOE y Sumar lograr los apoyos que no ha sido capaz de reunir para lo que son las bases del futuro Presupuesto. Y lo será no sólo porque la bolsa disponible para dádivas será inferior, sino sobre todo porque los socios de Sánchez tratan de marcar distancias con la cascada de casos de presunta corrupción y abusos que implican al entorno más cercano a La Moncloa.
Ya sólo Yolanda Díaz y su grupo parlamentario mantienen su respaldo firme al PSOE. En este contexto se hace inasumible prolongar por más tiempo la legislatura, y mucho menos agotarla como ha proclamado en diversas ocasiones que pretende hacer el presidente del Gobierno. ¿Qué sentido tiene alargar la agonía de un gabinete incapaz de aprobar ninguna medida si no es por el procedimiento de urgencia del real decreto? De hecho, se ha visto forzado a rebajar la ambición del plan de recuperación ante la evidencia de que no podrá sacar adelante las reformas acordadas con Bruselas, al precio de renunciar a gran parte de los créditos blandos preasignados a nuestro país en 2020.
Y, por lo escuchado ayer a los portavoces de los grupos parlamentarios, tampoco conseguirá sacar adelante las Cuentas de 2026. Lo que desarbola la ficción de la supuesta negociación sobre los Presupuestos mantenida contra toda evidencia por Sánchez y Montero con tal de no asumir el palmario fracaso de un mandato fundado en el fraude de pagar el apoyo de Junts con una amnistía ilegítima.
Las comunidades autónomas necesitan una mejor financiaciónFreno a las dilaciones con los PresupuestosUn aumento asfixiante de la presión fiscal Comentar ÚLTIMA HORA-
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