Friday, 12 de December de 2025
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A los mandos del BMW iX3: si esta es la revolución de BMW, ya espero ansioso el futuro Serie 3 eléctrico

A los mandos del BMW iX3: si esta es la revolución de BMW, ya espero ansioso el futuro Serie 3 eléctrico
Artículo Completo 2,774 palabras
Hay lanzamientos en una marca que pasan sin pena ni gloria. Hay lanzamientos que se ponen en el mercado porque hay que estar ahí. Hay lanzamientos en los que se tienen puestas muchas esperanzas. Y hay lanzamientos que, directamente, aspiran a ser un antes y un después en la historia de la compañía. El BMW iX3 es uno de estos últimos. El tiempo dirá si este SUV eléctrico cumple con las expectativas depositadas por la propia compañía. Lo que es seguro es que los germanos han hecho todo lo que está en su mano para hacer del BMW iX3 un coche que adelanta al futuro, su lenguaje de diseño y su enfoque. Ficha técnica del BMW iX3 BMW ix3 Tipo de carrocería SUV (D-SUV) Medidas y peso 4,782 metros de largo, 1,895 de ancho y 1,635 metros de alto. Distancia entre ejes de 2,897 metros. 2.285 kg de peso. Maletero 520 litros. Maletero delantero de 58 litros. Potencia máxima 345 kW (469 CV) y 645 Nm. Cifras distribuidas en dos motores eléctricos (delantero y trasero) Consumo WLTP 15,1 - 17,9 kWh/100 km Distintivo ambiental DGT Cero emisiones. Ayudas a la conducción Otros BMW Panoramic Vision 3D Head-Up Display opcional Pantalla central Compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay. Híbrido eléctrico No. Híbrido enchufable No.  Eléctrico Sí.  Batería de 108,7 kWh (hasta 805 kilómetros de autonomía) Precio y lanzamiento Disponible en septiembre desde 69.900 euros Primeras entregas en marzo de 2026. La Neue Neue Klasse En los primeros compases de los años 60, BMW se encontraba en una situación financiera delicada. Su gama de productos estaba partida en dos, empezando por el Isetta, un microcoche, y terminando por los enormes de la serie 500. Necesitaban un producto que volviera a disparar las ventas y que dieran a la compañía una imagen clara y representativa de su producto. Nació el BMW 1500. El coche era un sedán medio de carácter deportivo que podía ser utilizado en el día a día. Se lanzó en 1962 y fue un éxito inmediato. Tanto que para dos años más tarde, el equipo de publicidad de la compañía lo tuvo claro, era el primero de sus coches Neue Klasse. La marca se había inventado esa “nueva clase” y estaba recibiendo los frutos. Con el tiempo, la apuesta quedaría refrendada con la larga vida de los Serie 3 y Serie 5. El BMW 1500 fue el predecesor de los primeros. Ahora BMW tiene una Neue Neue Klasse que, en realidad, se llama Vision Neue Klasse. Los germanos han recuperado el espíritu al que apelaba aquel eslógan y lo ha moldeado con ese Vision a lo que reclaman los nuevos tiempos. Esos nuevos tiempos piden que un coche que viene a romper con el pasado y ofrecer una nueva identidad sea completamente eléctrico. También que sea un SUV, pese a que la presentación de esta Vision Neue Klasse se hizo sobre la base de un sedán que será el futuro Serie 3. Pero los tiempos mandan y si se trata de rentabilizar esta nueva identidad, era de esperar que el primero llegara dentro del cuerpo de un SUV y se “olvidara” de las berlinas. Adelanto del futuro BMW i3 con la Neue Klasse Lo fácil es pensar que el BMW iX3 viene a ser un coche bisagra, con ese lenguaje de diseño que apuesta por una imagen neoretro delantera recuperando dos riñones delanteros estrechos y muy verticales. Jugando con las luces para ocupar el espacio que antaño ocupaban los cromados. Pero lo cierto es que el BMW iX3 es un coche que ha dejado la puerta atrás y ha entrado hasta la cocina. Ese coche bisagra lo pudo ser un día el BMW i3, con un pie en el futuro y otro en un mercado que claramente estaba demasiado verde para sus pretensiones. El BMW iX3 es un coche eléctrico que mira de tú a tú a las versiones de combustión. Que no solo es capaz de ofrecer una mejor experiencia (sin ruidos, sin vibraciones, con un aislamiento extraordinario) que sus hermanos de combustión. También ofrece un precio que está en sintonía con lo que uno puede esperar de cualquier BMW con el chorro de potencia que son sus 469 CV. ¿Son muchos los 69.900 euros de partida que se piden por él? No diremos nosotros que no pero invitamos a darse un paseo por el configurador de la marca y comparar qué se ofrece por ese precio. En Xataka BMW iX xDrive50, análisis: todo un aristócrata eléctrico para el que no estamos preparados Lo que se ofrece son opciones de combustión en un rango de precios muy similar con motores diésel o sobre arquitectura de híbrido enchufable. Todas ellas son opciones con menor potencia y menor agrado de marcha. Y eso que un BMW X3 diésel es muy rotundo. Tenemos, por tanto, un SUV eléctrico con una potencia desmedida que se vende a un precio muy similar al de cualquier opción de combustión y que mejora con el paso de los kilómetros. ¿Se puede pedir algo más a esta Vision Neue Klasse para convencernos de estar ante un antes y un después para la marca?  La respuesta por parte de la compañía bávara para terminar de convencernos es clara: una batería enorme para una autonomía que no deje mal sabor de boca y un lenguaje de diseño interior que también rompe esquemas. Rompedor hasta decir basta Rompedor, quizás, hasta pasarse de rosca. Lo que sí es seguro es que BMW ha convertido el interior del BMW iX3 en un arsenal tecnológico que deja a un lado lo visto hasta ahora en sus últimos modelos que tenían el salpicadero presididos por una doble pantalla curva sobre un solo marco. Los germanos venían apostando, cada vez más, por las superficies táctiles y los entornos digitales. Con la Vision Neue Klasse llega una nueva manera de entender lo que es un BMW. Ahora el coche se presenta más diáfano, abierto al resto de pasajeros con una pantalla central de 17,9 pulgadas, un Panoramic Vision que es en realidad una enorme pantalla curva en la parte inferior del parabrisas, un Head-Up Display que muestra todavía más información sobre el trayecto y un volante que “cambia de forma” en función de dónde estemos. Todo lo controlan cuatro chips a los que llaman “supercerebros”. Uno, sencillamente, realiza funciones auxiliares. Más importantes son los dedicados a la dinámica del vehículo (BMW dice tener dedicado a este cometido), otro para las ayudas a la conducción y un último para el sistema de infoentretenimiento. Éste se reparte, como decimos, sobre tres superficies. El Head-Up Display, configurable y que nos muestra información básica relativa a la conducción. La pantalla central que ha recibido un profundo rediseño, jugando ahora con el mapa de la navegación siempre presente y widgets laterales en el lado izquierdo que facilitan la entrada a los submenús cuando estamos en marcha.  Son totalmente personalizables y ofrecen todo tipo de funciones que pueden sernos útiles en el día a día como iniciar la navegación a casa o controlar las canciones de Spotify con un solo toque. La barra de la climatización se mantiene en la parte inferior. La pantalla incluye enormes widgets a la derecha con accesos rápidos a las funciones principales En esta primera toma de contacto no hemos tenido tiempo de manipular en profundidad este nuevo sistema de infoentretenimiento que ha tratado de limar asperezas con los barrocos y extensisimos menús que llegaban con cada nuevo coche de los germanos. Lo cierto es que ahora buena parte de las de funciones básicas se encuentran ahora más cerca del alcance de la mano pero si nos adentramos en, por ejemplo, la configuración del vehículo, corremos el riesgo de caer en un pozo en el que no se atisba el fondo. Estas decisiones que apuestan el “todo al digital” se llevan por delante los mandos básicos de la calefacción con decisiones cuestionables. Seguimos teniendo un botón físico para desempañar las lunas delanteras y traseras (bien), podemos subir y bajar la temperatura con un solo toque en la pantalla (regular), tenemos que entrar en el menú para aumentar la potencia del ventilador (mal) y hay que andar toqueteando la pantalla para dirigir el chorro del aire (muy mal) cuando sería tan sencillo como mantener la pequeña compuerta de paso en el aireador. Por suerte no todo se ha copiado a Tesla. Y, de hecho, BMW parece haber dado marcha atrás para según que funciones. Como el mando de las luces que en lugar de ser táctil y de no estar visible para el conductor (BMW i5) se cambia por una palanca satélite al volante. Curioso, y con mejor funcionamiento del que me esperaba, son los botones del volante. Polémico volante porque en la versión más anunciada se estructura sobre dos radios verticales que rompen de golpe con la idea básica y asentada en el imaginario colectivo de lo que entendemos que tiene que ser un volante. Digo esto porque si bien hay demasiados mandos en la botonera derecha para manejar el sistema de infoentretenimiento y algunas visualizaciones del Panoramic Vision, la aparición y desaparición de las funciones en el lado izquierdo me parece un acierto. Así, el coche entiende qué necesitamos en cada momento. Si detecta que vamos a iniciar una maniobra de estacionamiento, muestra en blanco la posibilidad de iniciar la automatización del mismo. Si detecta que salimos a carretera, propone la activación de la asistencia a la conducción iluminando un botón blanco sobre el panel. Y éste adquiere un torno verdee de validación si lo activamos. Sobre todas estas opciones planea el Panoramic Vision, una pantalla curva y estrecha que ofrece información relevante al conductor y los pasajeros. En el lado izquierdo se mantiene siempre la instrumentación relativa a la velocidad o las señales del tráfico. Pero el centro y el lado derecho es personalizable. La zona central se puede controlar desde el volante ofreciendo datos personalizados previamente, las indicaciones del navegador o los datos de consumo. Este espacio, como el derecho, puede mostrar también información relevante para el conductor y los pasajeros como sincronizaciones con el calendario, tiempo estimado de llegada o la temperatura exterior. En Xataka Hijo, antes todo esto eran botones. BMW confirma que su próximo Serie 3 será todo un arsenal de pantallas La información es tan completa que, directamente, diría que sobra el Head-Up Display. Tanto es así que yo mismo lo he desactivado y no lo he echado de menos. No se duplica la información y, además, la lectura es más nítida y que sobre la pantalla (siendo esta muy buena y brillante también).  Pero diría, incluso, que hasta puedes sentir que sobra la pantalla central, que parece relegada a tablet secundaria para ser utilizada casi en exclusiva para la climatización y la selección de la música. Si hubiera unos mandos para estas dos opciones estoy seguro de que apenas pasaríamos tiempo en ella. La fluidez y la calidad del panel central son, eso sí, extraordinarios. Son buenas noticias para los que, por ejemplo, juegan con esta pantalla o reproducen vídeos en streaming durante las paradas o cuando el coche carga. Cargas que, adentrándonos en el terreno dinámico, prometen ser muy breves en carretera abierta. Y es que el coche carga a un máximo de 400 kW gracias a su estructura de 800 voltios. La promesa es que podremos pasar del 10 al 80% de la capacidad de la batería en 21 minutos y recuperar 372 kilómetros de autonomía en 10 minutos. Eso dependerá del consumo del coche, claro.  Este último es prometedor, ya que la homologación de 15,1 kWh/100 km según ciclo WLTP por lo que podemos esperar unos 18 kWh/100 km en carretera a velocidades legales que es la cifra que hemos obtenido en nuestras primeras pruebas pero que, eso sí, hay que refrendar con una de mayor duración. De confirmarse, hablamos de poder cubrir 600 kilómetros sin parar ya que la batería de 108 kWh es absolutamente gigantesca. Para esto se puede jugar con los modos de retención (hasta cuatro) a los que se suma un modo B que nos permite conducir con un solo pedal. Uno de esos modos es, además, inteligente y promete adaptar la fuerza de la frenada en función de nuestra velocidad y el entorno, como las aproximaciones a cruces, rotondas o curvas más o menos cerradas. En nuestra experiencia, es un modo que funciona bien y que toma decisiones inteligentes. En el apartado dinámico, el BMW iX3 se siente un coche para devorar kilómetros a buen ritmo por autopista o autovía. La potencia se dosifica para entregarse con firmeza pero de forma sostenida, lineal. No es un coche eléctrico con patadas que quitan el hipo y marean. Este SUV eléctrico te coge por la espalda, te empuja y te sube a su carro lo quieras o no. No se anda con tonterías y entre sus 469 CV, su aislamiento y lo bien asentado que va sobre el terreno, todo parece fácil. Si le buscamos las cosquillas en carretera revirada se deja sentir el espíritu BMW pero con cabeza, como si la marca hubiera madurado su propuesta para hacer un coche mucho menos salvaje de lo que uno podría esperar con semejante chorro de caballos. Su suspensión se siente algo más blanda de lo que esperaba en apoyos pero una vez traspasa todos los kilos de la carrocería encuentra  un punto del que no se mueve lo más mínimo, sin rebotes parásitos de ningún tipo por lo que es fácil llevar el coche allí por donde quieres. A esto se suma un tacto del freno muy bueno, de esos que te hacen olvidar que estás ante un coche eléctrico. La dirección también es de una categoría muy alta, extraordinariamente fácil de mover en maniobras a baja velocidad pero sin ofrecer esa sensación chiclosa y artificial propia de muchos otros modelos del mercado. Guarda un peso que, incluso, puede sentirse algo excesivo con el modo deportivo activado. Ya el modo confort por defecto hace un gran trabajo. En resumen, el BMW iX3 es un coche que donde más brilla es en autopista o autovía y que no desentona cuando llegan las curvas. Con todo, es una opción excelente para viajar en familia a ritmos sostenidos. Sobre todo porque con esa batería gigantesca de 108 kWh apoyada sobre sus 400 kW de potencia de carga bien puede hacernos olvidar que estamos ante un coche eléctrico con sus particularidades, como la planificación de la ruta. En Xataka Siempre había pensado que los botones físicos eran irremplazables. El BMW iX3 me ha hecho cambiar de opinión Por poner un pero, diría que en la búsqueda de un nuevo interior han llegado a pasarse de frenada. No siempre más es mejor. No siempre meter más delanteros en el campo aumenta las posibilidades de gol. Sobre todo cuando la combinación de pantalla central y Panoramic Vision es tan buena que debería hacernos olvidar el Head-Up Display. La lectura es más cómoda y mejor con este invento. No necesitamos este último. BMW ha sido atrevido aquí. Tanto que quizás ha llegado a sobrepasarse en algún punto, saturando con elementos tecnológicos. Pero lo cierto es que el BMW iX3 tiene muchas más luces que sombras. La marca ha sabido arriesgar, romper moldes y encontrar un camino propio. Y si la idea es romper moldes de esta manera, compro la idea. Me gusta esta nueva cara de BMW. Fotos | Xataka En Xataka | El motor de gasolina será cosa de ricos. BMW tiene claro que serán mucho más caros de producir - La noticia A los mandos del BMW iX3: si esta es la revolución de BMW, ya espero ansioso el futuro Serie 3 eléctrico fue publicada originalmente en Xataka por Alberto de la Torre .
2025-12-12T10:30:02Z

Alberto de la Torre

Editor - Xataka Movilidad

Alberto de la Torre

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Hay lanzamientos en una marca que pasan sin pena ni gloria. Hay lanzamientos que se ponen en el mercado porque hay que estar ahí. Hay lanzamientos en los que se tienen puestas muchas esperanzas. Y hay lanzamientos que, directamente, aspiran a ser un antes y un después en la historia de la compañía.

El BMW iX3 es uno de estos últimos.

El tiempo dirá si este SUV eléctrico cumple con las expectativas depositadas por la propia compañía.

Lo que es seguro es que los germanos han hecho todo lo que está en su mano para hacer del BMW iX3 un coche que adelanta al futuro, su lenguaje de diseño y su enfoque.

Ficha técnica del BMW iX3

BMW ix3

Tipo de carrocería

SUV (D-SUV)

Medidas y peso

4,782 metros de largo, 1,895 de ancho y 1,635 metros de alto. Distancia entre ejes de 2,897 metros. 2.285 kg de peso.

Maletero

520 litros. Maletero delantero de 58 litros.

Potencia máxima

345 kW (469 CV) y 645 Nm. Cifras distribuidas en dos motores eléctricos (delantero y trasero)

Consumo WLTP

15,1 - 17,9 kWh/100 km

Distintivo ambiental DGT

Cero emisiones.

Ayudas a la conducción

Otros

BMW Panoramic Vision

3D Head-Up Display opcional

Pantalla central

Compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay.

Híbrido eléctrico

No.

Híbrido enchufable

No. 

Eléctrico

Sí. 

Batería de 108,7 kWh (hasta 805 kilómetros de autonomía)

Precio y lanzamiento

Disponible en septiembre desde 69.900 euros

Primeras entregas en marzo de 2026.

Un vistazo a… ¿Por qué un coche eléctrico tiene menos autonomía que la que anuncian

La Neue Neue Klasse

En los primeros compases de los años 60, BMW se encontraba en una situación financiera delicada. Su gama de productos estaba partida en dos, empezando por el Isetta, un microcoche, y terminando por los enormes de la serie 500. Necesitaban un producto que volviera a disparar las ventas y que dieran a la compañía una imagen clara y representativa de su producto. Nació el BMW 1500.

El coche era un sedán medio de carácter deportivo que podía ser utilizado en el día a día. Se lanzó en 1962 y fue un éxito inmediato. Tanto que para dos años más tarde, el equipo de publicidad de la compañía lo tuvo claro, era el primero de sus coches Neue Klasse. La marca se había inventado esa “nueva clase” y estaba recibiendo los frutos. Con el tiempo, la apuesta quedaría refrendada con la larga vida de los Serie 3 y Serie 5. El BMW 1500 fue el predecesor de los primeros.

Ahora BMW tiene una Neue Neue Klasse que, en realidad, se llama Vision Neue Klasse. Los germanos han recuperado el espíritu al que apelaba aquel eslógan y lo ha moldeado con ese Vision a lo que reclaman los nuevos tiempos. Esos nuevos tiempos piden que un coche que viene a romper con el pasado y ofrecer una nueva identidad sea completamente eléctrico. También que sea un SUV, pese a que la presentación de esta Vision Neue Klasse se hizo sobre la base de un sedán que será el futuro Serie 3. Pero los tiempos mandan y si se trata de rentabilizar esta nueva identidad, era de esperar que el primero llegara dentro del cuerpo de un SUV y se “olvidara” de las berlinas.

Adelanto del futuro BMW i3 con la Neue Klasse

Lo fácil es pensar que el BMW iX3 viene a ser un coche bisagra, con ese lenguaje de diseño que apuesta por una imagen neoretro delantera recuperando dos riñones delanteros estrechos y muy verticales. Jugando con las luces para ocupar el espacio que antaño ocupaban los cromados. Pero lo cierto es que el BMW iX3 es un coche que ha dejado la puerta atrás y ha entrado hasta la cocina. Ese coche bisagra lo pudo ser un día el BMW i3, con un pie en el futuro y otro en un mercado que claramente estaba demasiado verde para sus pretensiones.

El BMW iX3 es un coche eléctrico que mira de tú a tú a las versiones de combustión. Que no solo es capaz de ofrecer una mejor experiencia (sin ruidos, sin vibraciones, con un aislamiento extraordinario) que sus hermanos de combustión. También ofrece un precio que está en sintonía con lo que uno puede esperar de cualquier BMW con el chorro de potencia que son sus 469 CV. ¿Son muchos los 69.900 euros de partida que se piden por él? No diremos nosotros que no pero invitamos a darse un paseo por el configurador de la marca y comparar qué se ofrece por ese precio.

En XatakaBMW iX xDrive50, análisis: todo un aristócrata eléctrico para el que no estamos preparados

Lo que se ofrece son opciones de combustión en un rango de precios muy similar con motores diésel o sobre arquitectura de híbrido enchufable. Todas ellas son opciones con menor potencia y menor agrado de marcha. Y eso que un BMW X3 diésel es muy rotundo.

Tenemos, por tanto, un SUV eléctrico con una potencia desmedida que se vende a un precio muy similar al de cualquier opción de combustión y que mejora con el paso de los kilómetros. ¿Se puede pedir algo más a esta Vision Neue Klasse para convencernos de estar ante un antes y un después para la marca? 

La respuesta por parte de la compañía bávara para terminar de convencernos es clara: una batería enorme para una autonomía que no deje mal sabor de boca y un lenguaje de diseño interior que también rompe esquemas.

Rompedor hasta decir basta

Rompedor, quizás, hasta pasarse de rosca. Lo que sí es seguro es que BMW ha convertido el interior del BMW iX3 en un arsenal tecnológico que deja a un lado lo visto hasta ahora en sus últimos modelos que tenían el salpicadero presididos por una doble pantalla curva sobre un solo marco. Los germanos venían apostando, cada vez más, por las superficies táctiles y los entornos digitales.

Con la Vision Neue Klasse llega una nueva manera de entender lo que es un BMW. Ahora el coche se presenta más diáfano, abierto al resto de pasajeros con una pantalla central de 17,9 pulgadas, un Panoramic Vision que es en realidad una enorme pantalla curva en la parte inferior del parabrisas, un Head-Up Display que muestra todavía más información sobre el trayecto y un volante que “cambia de forma” en función de dónde estemos.

Todo lo controlan cuatro chips a los que llaman “supercerebros”. Uno, sencillamente, realiza funciones auxiliares. Más importantes son los dedicados a la dinámica del vehículo (BMW dice tener dedicado a este cometido), otro para las ayudas a la conducción y un último para el sistema de infoentretenimiento.

Éste se reparte, como decimos, sobre tres superficies. El Head-Up Display, configurable y que nos muestra información básica relativa a la conducción. La pantalla central que ha recibido un profundo rediseño, jugando ahora con el mapa de la navegación siempre presente y widgets laterales en el lado izquierdo que facilitan la entrada a los submenús cuando estamos en marcha. 

Son totalmente personalizables y ofrecen todo tipo de funciones que pueden sernos útiles en el día a día como iniciar la navegación a casa o controlar las canciones de Spotify con un solo toque. La barra de la climatización se mantiene en la parte inferior.

La pantalla incluye enormes widgets a la derecha con accesos rápidos a las funciones principales

En esta primera toma de contacto no hemos tenido tiempo de manipular en profundidad este nuevo sistema de infoentretenimiento que ha tratado de limar asperezas con los barrocos y extensisimos menús que llegaban con cada nuevo coche de los germanos. Lo cierto es que ahora buena parte de las de funciones básicas se encuentran ahora más cerca del alcance de la mano pero si nos adentramos en, por ejemplo, la configuración del vehículo, corremos el riesgo de caer en un pozo en el que no se atisba el fondo.

Estas decisiones que apuestan el “todo al digital” se llevan por delante los mandos básicos de la calefacción con decisiones cuestionables. Seguimos teniendo un botón físico para desempañar las lunas delanteras y traseras (bien), podemos subir y bajar la temperatura con un solo toque en la pantalla (regular), tenemos que entrar en el menú para aumentar la potencia del ventilador (mal) y hay que andar toqueteando la pantalla para dirigir el chorro del aire (muy mal) cuando sería tan sencillo como mantener la pequeña compuerta de paso en el aireador.

Por suerte no todo se ha copiado a Tesla. Y, de hecho, BMW parece haber dado marcha atrás para según que funciones. Como el mando de las luces que en lugar de ser táctil y de no estar visible para el conductor (BMW i5) se cambia por una palanca satélite al volante.

Curioso, y con mejor funcionamiento del que me esperaba, son los botones del volante. Polémico volante porque en la versión más anunciada se estructura sobre dos radios verticales que rompen de golpe con la idea básica y asentada en el imaginario colectivo de lo que entendemos que tiene que ser un volante. Digo esto porque si bien hay demasiados mandos en la botonera derecha para manejar el sistema de infoentretenimiento y algunas visualizaciones del Panoramic Vision, la aparición y desaparición de las funciones en el lado izquierdo me parece un acierto.

Así, el coche entiende qué necesitamos en cada momento. Si detecta que vamos a iniciar una maniobra de estacionamiento, muestra en blanco la posibilidad de iniciar la automatización del mismo. Si detecta que salimos a carretera, propone la activación de la asistencia a la conducción iluminando un botón blanco sobre el panel. Y éste adquiere un torno verdee de validación si lo activamos.

Sobre todas estas opciones planea el Panoramic Vision, una pantalla curva y estrecha que ofrece información relevante al conductor y los pasajeros. En el lado izquierdo se mantiene siempre la instrumentación relativa a la velocidad o las señales del tráfico. Pero el centro y el lado derecho es personalizable. La zona central se puede controlar desde el volante ofreciendo datos personalizados previamente, las indicaciones del navegador o los datos de consumo. Este espacio, como el derecho, puede mostrar también información relevante para el conductor y los pasajeros como sincronizaciones con el calendario, tiempo estimado de llegada o la temperatura exterior.

En XatakaHijo, antes todo esto eran botones. BMW confirma que su próximo Serie 3 será todo un arsenal de pantallas

La información es tan completa que, directamente, diría que sobra el Head-Up Display. Tanto es así que yo mismo lo he desactivado y no lo he echado de menos. No se duplica la información y, además, la lectura es más nítida y que sobre la pantalla (siendo esta muy buena y brillante también). 

Pero diría, incluso, que hasta puedes sentir que sobra la pantalla central, que parece relegada a tablet secundaria para ser utilizada casi en exclusiva para la climatización y la selección de la música. Si hubiera unos mandos para estas dos opciones estoy seguro de que apenas pasaríamos tiempo en ella.

La fluidez y la calidad del panel central son, eso sí, extraordinarios. Son buenas noticias para los que, por ejemplo, juegan con esta pantalla o reproducen vídeos en streaming durante las paradas o cuando el coche carga. Cargas que, adentrándonos en el terreno dinámico, prometen ser muy breves en carretera abierta.

Y es que el coche carga a un máximo de 400 kW gracias a su estructura de 800 voltios. La promesa es que podremos pasar del 10 al 80% de la capacidad de la batería en 21 minutos y recuperar 372 kilómetros de autonomía en 10 minutos. Eso dependerá del consumo del coche, claro. 

Este último es prometedor, ya que la homologación de 15,1 kWh/100 km según ciclo WLTP por lo que podemos esperar unos 18 kWh/100 km en carretera a velocidades legales que es la cifra que hemos obtenido en nuestras primeras pruebas pero que, eso sí, hay que refrendar con una de mayor duración. De confirmarse, hablamos de poder cubrir 600 kilómetros sin parar ya que la batería de 108 kWh es absolutamente gigantesca.

Para esto se puede jugar con los modos de retención (hasta cuatro) a los que se suma un modo B que nos permite conducir con un solo pedal. Uno de esos modos es, además, inteligente y promete adaptar la fuerza de la frenada en función de nuestra velocidad y el entorno, como las aproximaciones a cruces, rotondas o curvas más o menos cerradas. En nuestra experiencia, es un modo que funciona bien y que toma decisiones inteligentes.

En el apartado dinámico, el BMW iX3 se siente un coche para devorar kilómetros a buen ritmo por autopista o autovía. La potencia se dosifica para entregarse con firmeza pero de forma sostenida, lineal. No es un coche eléctrico con patadas que quitan el hipo y marean. Este SUV eléctrico te coge por la espalda, te empuja y te sube a su carro lo quieras o no. No se anda con tonterías y entre sus 469 CV, su aislamiento y lo bien asentado que va sobre el terreno, todo parece fácil.

Si le buscamos las cosquillas en carretera revirada se deja sentir el espíritu BMW pero con cabeza, como si la marca hubiera madurado su propuesta para hacer un coche mucho menos salvaje de lo que uno podría esperar con semejante chorro de caballos. Su suspensión se siente algo más blanda de lo que esperaba en apoyos pero una vez traspasa todos los kilos de la carrocería encuentra  un punto del que no se mueve lo más mínimo, sin rebotes parásitos de ningún tipo por lo que es fácil llevar el coche allí por donde quieres.

A esto se suma un tacto del freno muy bueno, de esos que te hacen olvidar que estás ante un coche eléctrico. La dirección también es de una categoría muy alta, extraordinariamente fácil de mover en maniobras a baja velocidad pero sin ofrecer esa sensación chiclosa y artificial propia de muchos otros modelos del mercado. Guarda un peso que, incluso, puede sentirse algo excesivo con el modo deportivo activado. Ya el modo confort por defecto hace un gran trabajo.

En resumen, el BMW iX3 es un coche que donde más brilla es en autopista o autovía y que no desentona cuando llegan las curvas. Con todo, es una opción excelente para viajar en familia a ritmos sostenidos. Sobre todo porque con esa batería gigantesca de 108 kWh apoyada sobre sus 400 kW de potencia de carga bien puede hacernos olvidar que estamos ante un coche eléctrico con sus particularidades, como la planificación de la ruta.

En XatakaSiempre había pensado que los botones físicos eran irremplazables. El BMW iX3 me ha hecho cambiar de opinión

Por poner un pero, diría que en la búsqueda de un nuevo interior han llegado a pasarse de frenada. No siempre más es mejor. No siempre meter más delanteros en el campo aumenta las posibilidades de gol. Sobre todo cuando la combinación de pantalla central y Panoramic Vision es tan buena que debería hacernos olvidar el Head-Up Display. La lectura es más cómoda y mejor con este invento. No necesitamos este último.

BMW ha sido atrevido aquí. Tanto que quizás ha llegado a sobrepasarse en algún punto, saturando con elementos tecnológicos. Pero lo cierto es que el BMW iX3 tiene muchas más luces que sombras. La marca ha sabido arriesgar, romper moldes y encontrar un camino propio. Y si la idea es romper moldes de esta manera, compro la idea.

Me gusta esta nueva cara de BMW.

Fotos | Xataka

En Xataka | El motor de gasolina será cosa de ricos. BMW tiene claro que serán mucho más caros de producir

Fuente original: Leer en Xataka
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