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Hacienda ve rechazada por segunda y definitiva vez los objetivos de déficit con los que planeaba elaborar los Presupuestos de 2026
"Locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes". La frase, dudosamente atribuida a Albert Einstein, podría reflejar el espíritu con el que Gobierno acudió este jueves al Congreso de los Diputados reclamando apoyos a la misma senda fiscal que el Parlamento ya le tumbó dos semanas antes. Y a mismas cifras, mismo resultado. La Cámara Baja enterró este jueves definitivamente los objetivos de déficit con los que Hacienda planeaba elaborar los Presupuestos de 2026, evidenciando la debilidad del Gobierno y sus escasas opciones de sacar adelante unas solas cuentas públicas en toda la legislatura.
Los objetivos de estabilidad presupuestaria para el periodo 2026 a 2028, que fija el reparto de déficit entre administraciones públicas, han sido definitivamente rechazados por el Congreso de los Diputados con 177 votos en contra (de PP, Vox, Junts y UPN), 166 a favor (de la coalición PSOE-Sumar y sus principales socios) y 5 abstenciones (Unidas Podemos y Compromís). Se trata del mismo resultado que ya obtuvo la misma senda de déficit que Hacienda sometió a votación el pasado 27 de noviembre.
La propuesta, defendida en ambas ocasiones por la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, implica rebajar el déficit público del 2,5% del PIB en el que se prevé que cierre 2025 al 2,1% en 2026, el 1,8% en 2027 y el 1,6% en 2028. Para ello, la senda fiscal rechazada establecía que la Administración Central redujera su agujero fiscal al 1,8% el próximo año (de los que 1,4 puntos se van en trasferencias para costear las pensiones), el 1,5% en 2027 y el 1,4% en 2028; que la Seguridad Social pasase de dos décimas de desequilibrio a solo una al final del periodo; que las comunidades autónomas puedan incurrir en una décima de déficit en cada uno de los ejercicios; y que los ayuntamientos mantenga cada año equilibrio presupuestario.
"Lo que votamos en realidad en el día de hoy es si queremos o no que las comunidades autónomas cuenten para los próximos tres años con 5.500 millones más para proveer los servicios públicos", reivindicó Montero, explicando que cada décima de déficit concedida a las regiones supone un margen de gasto adicional de 1.420 millones al año, es decir, 5.485 millones entre 2026 y 2028. "Me resulta muy difícil comprender por qué el PP vota en contra de esta senda cuando gobierna en la mayor parte de territorios" que son "a quien realmente se perjudica", sostuvo la responsable de Hacienda. La única explicación, adujo Montero, es que "varios partidos en esta Cámara están instalados en el no por el no, les da igual qué se aborde, lo importante es tumbar las votaciones sin tener en cuenta el perjuicio que puedan ocasionar al conjunto de la ciudadanía".
"No aprobará Presupuestos"
"Incumplir con Cataluña tiene consecuencias y lo van a volver a notar", advirtió a Montero Josep Maria Cruset, portavoz de Junts, criticando que el Gobierno haya reiterado la misma propuesta, sin mejorar los recursos para Cataluña, y anticipando que no "podrá aprobar los objetivos" de estabilidad, ni "podrá aprobar unos Presupuestos".
"Es un fraude traer lo mismo", repuso el portavoz de Hacienda del PP, Juan Bravo, subrayando que la Ley de Estabilidad obliga al Gobierno a proponer al Parlamento "un nuevo acuerdo", en el plazo de un mes, si la primera propuesta de senda fiscal es rechazada, argumentado que eso exige ofrecer cifras diferentes.
Frente a las críticas a la "debilidad" del Ejecutivo, Montero sostuvo que "pese a las dificultades propias de ser un Gobierno en minoría parlamentaria se han sacado adelante 250 leyes", a lo que Bravo repuso que ha sido "incapaz de aprobar la Ley de Presupuestos".
"La condición indispensable para asegurar la sostenibilidad de las cuentas públicas es que ustedes se vayan", aseveró, por su parte, Pablo Sáez, de Vox.
"Han cogido ustedes la costumbre de venir a este Congreso a perder. Esta es la misma senda que trajeron hace dos semanas y que perdieron. Más que un Gobierno que gobierna parecen el equipo de campaña de Pedro Sánchez y eso no puede ser", espetó la líder de Unidas Podemos, Ione Belarra, anticipando que su formación piensa "lo mismo que hace dos semanas". "¿De qué sirve un techo de gasto altísimo sin nos gastamos el dinero en el mayor rearme de este país?", cuestionó, anticipando que no apoyarían la senda.
Carlos Martín, de Sumar, se sumó a la petición de apoyos a favor de la senda instando al Congreso a que "el fin de los fondos europeos o las irracionales exigencias militaristas no nos sorprendan sin Presupuestos".
Otros de los socios habituales del Gobierno apoyaron la propuestas de Hacienda, pero ERC aprovechó para pedir más recursos para Cataluña, BNG apostó por dar tiempo a la legislatura para que se cumplan los compromisos pendientes con Galicia, mientras que Bildu afeó "pérdida de tiempo" de repetir el mismo debate con el mismo resultado, y PNV lamentó que tumbar la senda obligue a "elaborar los Presupuestos con una senda antigua, la que se envió a Bruselas, más restrictiva y perjudicial para las administraciones".
Techo de gasto
En paralelo, Montero volvió a informar al Parlamento del techo de gasto previsto para 2026, que a diferencia de la senda no se somete a votación. El límite del gasto no financiero aprobado por el Gobierno aumenta un 8,5% interanual hasta una cifra récord de 216.178 millones (212.026 millones si se descuentan los fondos europeos).
"Sube el gasto porque suben las pensiones, los sueldos públicas, las inversión en ciencia, en transición verde, vivienda pública e infraestructuras. Sube el gasto porque sube el bienestar del conjunto de la ciudadanía", defendió Montero, argumentando que semejante incremento es posible gracias a un crecimiento nominal del PIB del 4% y una previsión de aumento de los ingresos públicos superior al 7% derivada del incremento de la actividad.
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