Elma Saiz Delgado (Pamplona, 1975) ha asumido por segunda vez ser la portavoz de un gobierno. Un regalo envenenado que en nada se aparece a su primera aparición en septiembre de 2022 como la voz del gabinete de su amiga y presidenta de Navarra María Chivite. Aquella designación fue uno de los movimientos diseñados por Santos Cerdán en el tablero político navarro en el que tanto Chivite como Saiz eran sus piezas mimadas. El ex secretario de Organización del PSOE ahora investigado por una red de corrupción política quiso replicar con Saiz en el Ayuntamiento de Navarra la misma jugada que utilizó con Chivite. Pero las urnas y la negativa de Bildu abortaron la estrategia de Cerdán, que fue el encargado de abrir a Saiz la puerta del Gobierno de Sánchez.
El salto de Saiz a Madrid fue el plan b de Cerdán para esta experta en fiscalidad que se formó en la Universidad Pública de Navarra y que hasta 2019 combinó su pasión por la política con su trabajo en la consultora IMEL que fundó a principios de siglo. La actual ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones debutó como portavoz del Gobierno de María Chivite en noviembre de 2022. Era su trampolín para aspirar a ser la segunda candidata más votada en Pamplona en las elecciones de mayo de 2023. Saiz, sin embargo, no rentabilizó en votos su portavocía y los cinco concejales logrados por el PSN (los mismos que obtuvo con Maite Esporrín en 2019) lastraron su aspiración de convertirse en alcaldesa de su ciudad. Pamplonica, casada y con dos hijos, Saiz forma parte del círculo más próximo a María Chivite y asumió con obediencia militante cada paso marcado por su secretaria general y por Cerdán, el tutor político de ambas.
«No daremos nuestros votos para que Asiron sea alcalde», se comprometió Saiz en vísperas de las elecciones municipales de 2023. La actual ministra intentó sin éxito que Bildu le aupara hasta la Alcaldía para evitar la investidura de Cristina Ibarrola (UPN). Un órdago fallido que situó a Saiz en la oposición en Pamplona desde mayo a noviembre de 2023. Entonces, mientras se encontraba junto a sus padres y su pareja en un concierto de Raphael, Pedro Sánchez la reclamó como ministra para facilitar el compromiso adquirido con Bildu para que Joseba Asiron desalojara a Ibarrola de la Alcadía de Pamplona con los votos de los 5 concejales socialistas.
Saiz, que ayer mantuvo una tensa reunión con la consejera vasca María Ubarretxena sobre el traspaso de la Seguridad Social a Euskadi, afronta ahora un reto mayúsculo. La sombra de las comisiones cobradas por Cerdán le persigue y lastra su objetivo de iluminar el final de la legislatura solo con los buenos datos de la macroeconomía.