La dirección de Vox conocía las presuntas irregularidades contables de la asociación juvenil Revuelta y trazó un plan para evitar que el escándalo le salpicara. Su idea era reencauzar al «satélite del partido» para controlarlo orgánicamente y subsumirlo en el sindicato Solidaridad. Así lo demuestran los audios de las reuniones de la cúpula de Santiago Abascal con miembros de Revuelta a los que ha accedido EL MUNDO.
Una de las conversaciones más reveladoras es la que mantiene la secretaria general adjunta de Vox, Montserrat Lluis, con el secretario general de Revuelta, Pablo González Gasca, que a su vez trabaja en Vox como responsable de marketing digital (aunque ahora está de baja médica por la «presión psicológica» que ha sufrido).
En ese encuentro, que se celebra el 17 de octubre de este año en la sede de Disenso -la fundación de Vox- y que dura 42 minutos, Montserrat Lluis le confiesa a González Gasca que Abascal conoce los pormenores del caso y que él mismo se ha implicado para ordenarles a ella y a Jorge Buxadé que lo solucionen antes de que el escándalo salte a la prensa. «Tenemos que adelantarnos antes de que salga un titular de que Vox está metido en esto», le dice Lluis a su interlocutor. Y añade que no tener información pone «como una moto» a Abascal.
Lluis se queja a su vez de que hay falta de profesionalidad en Vox: «Este partido es la casa de Tócame Roque. Si queremos gobernar España no podemos funcionar así». O «hay que empezar a funcionar de una manera que sea todo más profesional y limpio». Y reconoce que bastaría con una auditoría que certificase que no hay irregularidades en las cuentas de Asoma, la asociación pantalla destinada a dar apoyo a mayores con la que opera Revuelta. «¿El partido se conformaría con una auditoría de Deloitte para asegurar que las cuentas están correctas?», le pregunta González Gasca. «Totalmente», contesta Lluis, que también es vicesecretaria de Acción de Gobierno y Coordinación Parlamentaria de Vox. Así lo hizo Revuelta, que encargó la auditoría, pero para Vox ya no era suficiente: después, exigió conocer las cuentas a través de Buxadé. Y liquidar la asociación.
La secretaria general adjunta de Vox, Montserrat Lluis, en Valladolid en 2022.Nacho GallegoEFELa presunta existencia de irregularidades en la gestión financiera de Revuelta a través de Asoma (Asociación Social de Mayores) ha provocado el enfrentamiento y que Vox haya denunciado a Revuelta ante la Autoridad Independiente de Protección del Informante. El pasado día 5 de diciembre, Arturo Villarroya, ex vicepresidente de la organización y asistente de Vox en el Parlamento Europeo; y Javier Esteban, ex vocal de Revuelta, denunciaron públicamente a través de sus redes sociales falta de transparencia en la contabilidad de la organización juvenil. Apuntaron a que podrían haberse cometido irregularidades en la gestión de los fondos recaudados para destinar a las víctimas de la dana o en el pago de impuestos, y por ello interpusieron una denuncia ante la Fiscalía el pasado 30 de noviembre y se desvincularon de la organización.
Lluis: «Vox es la casa de Tócame Roque, no podemos seguir funcionando así»
Pero antes de llegar a eso, la dirección de Bambú (sede nacional de Vox) se esmeró al máximo en reconducir la situación para evitar que el caso «manchara» las siglas. La reunión de Montserrat Lluis y Pablo González Gasca, número dos de Revuelta, comienza con ésta tomando la palabra: «Yo quería hablarte hoy de Revuelta, que es un tema que me preocupa mucho. Como sabes, hablé con Jaime [Hernández, presidente de Revuelta] hace tres semanas y él quedó en que la semana pasada me empezaría a pasar información de las cuentas o de lo que iba ordenando y regularizando y tal, y no he vuelto a tener noticias, no he sabido nada». «Lo que a mí me gustaría es que vayamos de la mano», prosigue, «pero en lugar de avanzar lo que recibo es que se me deja de contestar a los whatsapps». «Porque a mí Santiago [Abascal] me pregunta: 'oye, ¿cómo está esto? ¿Qué van a hacer?' Pues es que no me ha contestado. ¿Tú qué crees que me dice Santiago cuando le digo el domingo que no me contesta [Jaime Hernández] y no sé lo que va a hacer?». «Y Santiago, pues desde las 7 de la mañana preguntándome si había podido averiguar esto. Y yo le digo 'no, no me contestan'. Pues claro, el lunes, como una moto...».
Lluis revela que a Abascal le molesta no tener el control de lo que hace Revuelta. «Yo el sábado por la noche, cuando publicasteis un tuit de que preparabais una sorpresa para el día de la Hispanidad, le escribí [a Hernández] para que ver si me podía decir de qué se trataba, porque Santiago estaba inquieto». «Ya lo ideal habría sido que previamente nos hubiéramos coordinado, lo hubiéramos sabido», añade, porque «si Revuelta es Vox, que lo sea para todo; hagamos esto como un satélite de verdad del partido». «Que podamos avisar al jefe: 'Oye, va a pasar esto'», agrega.
El secretario de la organización juvenil Revuelta, Pablo González Gasca.FLICKR REVUELTAGonzález Gasca defiende entonces la coordinación directa de Revuelta con Vox y el vínculo orgánico tácito entre ambos: «Se ve en todas las conversaciones con Jordi [de la Fuente, secretario general del sindicato Solidaridad], que él me dice: 'Oye, poned esta lona porque lo demanda el partido, esta acción en Jaén estructuradla con Jaén'... Es decir, que siempre había una comunicación, 100%».
Vox y Revuelta han venido actuando de forma paralela desde 2023. Ésta se dio a conocer en las concentraciones que se organizaron en noviembre de aquel año en Ferraz contra la amnistía. Dirigentes de Vox, incluido Abascal, secundaron aquellas convocatorias, como luego volverían a hacer en otras muchas ocasiones.
Pero el enfrentamiento ahora es frontal, y a cara de perro. Como botón de muestra, baste el comunicado de Revuelta de anoche: «No damos crédito ni credibilidad alguna a las afirmaciones de mala gestión de fondos, desvío de dinero o acusaciones penales vertidas en audios por personas que afirman no haber accedido a la contabilidad. ¿Cómo pueden, en ese caso, sostener cantidades concretas y acusaciones de mala praxis sin prueba alguna?».
El presidente de la organización juvenil Revuelta, Jaime Hernández.FLICKR REVUELTAEn la reunión grabada en Disenso, Montserrat Lluis intenta que González Gasca se enfrente a Jaime Hernández: «Hay una inquietud y una preocupación en el partido por este tema y, con su silencio, pues todavía más. Trasladaros esa preocupación y esa determinación del partido a que si no tenemos acceso a las cuentas y no podemos tener la tranquilidad de que está todo bien, pues nosotros tenemos que romper con Revuelta. (...) Si no me las enseña, yo me desvinculo públicamente de Revuelta y emprendo acciones legales porque sospecho que hay algo que no se hace bien».
Abascal: «Oye, ¿cómo está esto de Revuelta? ¿Has averiguado qué van a hacer?»
Lluis teme el «daño» a la marca Vox y tiene pánico a que la prensa se entere de que la dirección de Vox conocía estos hechos desde tiempo atrás, pero no actuó: «Tenemos que adelantarnos antes de que salga un titular de que Vox está metido en esto».
Precisamente, antes de sacar titular alguno, este diario se puso en contacto, ayer, con fuentes oficiales de Vox para que dieran su versión sobre esta información, y la respuesta fue que hablarán en los tribunales con demandas. «No vamos a permitir calumnias de este tipo», aseguró un portavoz de la dirección nacional.
En Revuelta creen que todo es una jugarreta del equipo de Abascal para controlar la asociación. Así lo dice González Gasca en la reunión: «Yo lo que no quiero es presentar [a Vox] unas cuentas para que luego de repente igual toda la maquinaria empiece a actuar contra mí, porque no me merezco esto».
Qué es Revuelta
MARCA JUVENIL. Revuelta es una asociación juvenil nacida en 2023. Se dio a conocer en las protestas que se organizaron frente a la sede del PSOE en Ferraz en noviembre de aquel año, en contra de la Ley de Amnistía. Desde entonces ha venido convocando sucesivas concentraciones contra el Gobierno y abrió una campaña para recoger fondos y ayuda para los afectados de la dana.
RELACIÓN CON VOX. En el partido defienden que no hay ningún vínculo orgánico entre Vox y Revuelta. Sin embargo, los dirigentes de esta formación política han secundado en numerosas ocasiones las campañas y convocatorias de la marca juvenil. Además, los cinco fundadores de Revuelta eran trabajadores de Vox.
ESCÁNDALO. La marca juvenil ha saltado ahora al foco porque miembros de su cúpula han denunciado presuntas irregularidades en su contabilidad: desvío de los fondos recaudados para la dana y no haber pagado ciertos impuestos.