- JOE MILLER, DEMETRI SEVASTOPULO Y MICHAEL ACTON
El consejero delegado de Nvidia se anota una gran victoria con la decisión de la Casa Blanca de permitir las exportaciones de chips de IA a China.
Jensen Huang, en un tiempo casi un desconocido en Washington, obtuvo la semana pasada una victoria en sus actividades de presión que podría suponer miles de millones de dólares paraNvidia, el gigante de los semiconductores que cofundó.
La decisión de la Casa Blanca de permitir la exportación de chips avanzados al enorme mercado chino, en gran medida propiciada por Huang, ha llevado a sus competidores a preguntarse cómo este ingeniero eléctrico de voz suave logró ganarse la simpatía del presidente estadounidense.
Donald Trump, quien previamente había admitido no haber "oído hablar nunca" de Nvidia ni de Huang, desafió el lunes de la semana pasada la oposición de su propia coalición MAGA al permitir que la compañía venda sus chips H200 a China, con una comisión del 25% para Estados Unidos.
"Creo que los iguales se atraen", afirma una persona familiarizada con la estrategia de la compañía sobre la nueva debilidad del presidente por Huang.
"La forma en que Trump quiere controlar el Gobierno federal es, en realidad, la forma en que Jensen dirige Nvidia. No hay feudos... y los instintos de Jensen, en cierto modo, reinan".
El éxito de la compañía de 4 billones de dólares (3,4 billones de euros) a la hora de cortejar al presidente es especialmente notable, ya que hasta hace poco las actividades de lobby de Nvidia en Washington estaban bastante deterioradas.
Huang, que no había sido un habitual en la capital antes de este año, se mostró inicialmente escéptico sobre la "propuesta de valor" de cortejar a Trump tras su reelección en noviembre, según una persona familiarizada con la estrategia de Nvidia.
"[Huang debe haber] recordado lo suficiente del primer Trump para saber que es extremadamente volátil y que la estabilidad no se puede comprar", explica esta persona. Otros afirman que simplemente está evaluando la mejor manera de ayudar a la Administración a comprender el sector de la inteligencia artificial estadounidense.
Cuando los multimillonarios tecnológicos Mark Zuckerberg y Jeff Bezosacudieron para rendir pleitesía a Trump en su toma de posesión en enero, Huang celebraba el Año Nuevo Lunar con empleados en su Taiwán natal, a 12.870 kilómetros de distancia.
Su acceso inicial al presidente fue negociado por Howard Lutnick, el secretario de Comercio.
"[Lutnick] empezó la conversación diciendo: 'Jensen, sólo quiero que sepas que eres un tesoro nacional, Nvidia es un tesoro nacional. Y cuando necesites acceder al presidente, a la Administración, llámanos'", afirmó Huang en el podcast de Joe Rogan este mes. "Y fue totalmente cierto, siempre estuvieron disponibles".
Pero la compañía, que vende los chips avanzados que impulsan los sofisticados modelos de IA, se vio aún más involucrada en la política cuando la Casa Blanca restringió la venta de sus chips H20 a China dentro del conflicto comercial más amplio de Trump con Pekín.
Entendiendo que el presidente quería que las empresas se comprometieran a expandir la fabricación en EEUU, Nvidia pronto se unió a un consorcio que se ha comprometido a invertir medio billón de dólares a nivel nacional durante los próximos cuatro años.
En abril, Huang voló a Mar-a-Lago para hablar con Trump en el marco de una cena de un millón de dólares por persona. La Administración suavizó su postura en los meses siguientes.
Además de reunirse con Trump en privado al menos seis veces este año y de hablar directamente con él por teléfono, Huang acompañó al presidente a Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Reino Unido.
Fue el centro de atención en la cumbre del Plan de Acción de IA de la Casa Blanca en julio, donde recibió efusivos elogios de Trump. "¡Qué buen trabajo has hecho!", exclamó el presidente con entusiasmo.
En octubre, Huang contribuyó al proyecto de salón de baile del presidente.
El CEO de Nvidia comenzó simultáneamente a cortejar a los legisladores. Huang argumentó que bloquear el acceso de los desarrolladores chinos de IA a la tecnología estadounidense no detendría sus avances, sino que animaría a los fabricantes de chips chinos a ponerse al día.
En mayo, declaró ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes que la ausencia de Nvidia del gigante asiático significaba que "competidores como Huawei ya estaban ocupando su puesto".
Los equipos de Nvidia en China elaboraron su propia investigación sobre los competidores en la fabricación de chips.
"Nvidia se ha centrado en educar a los responsables políticos", afirma otra persona con conocimiento de la estrategia. "Sus predicciones a menudo resultaron acertadas, especialmente en que las capacidades de China se acelerarían, en lugar de ralentizarse, si [Nvidia] hubiera visto cerrado su acceso al mercado".
Nvidia no quiso hacer declaraciones sobre sus esfuerzos de lobby.
La defensa de la compañía en el Capitolio estuvo liderada por Tim Teter, un abogado especializado en propiedad intelectual que, como principal ejecutivo legal de la compañía, se ha convertido en uno de los asesores de mayor confianza de Huang.
A diferencia de muchos de sus competidores, Nvidia ha defendido sus argumentos directamente, evitando en gran medida a los lobistas establecidos y las asociaciones del sector. Rápidamente formó un equipo interno, contratando a un lobista republicano que había trabajado para Ivanka Trump.
"Han intensificado significativamente sus esfuerzos en Washington DC", afirma un veterano lobista de Washington. "Tenían una empresa unipersonal que no hacía lobby, y ahora cuentan con un equipo mucho más grande".
Los esfuerzos de Huang siguieron concentrándose en la exportación de chips. El papel principal de Nvidia como proveedor de hardware, en lugar de creador de modelos como OpenAI, implicaba que no tenía que responder por la pérdida de empleos causada por la IA ni por los daños a la salud mental infantil, según tres personas familiarizadas con las discusiones en el Congreso.
Aun así, su campaña se enfrentó a serios obstáculos. Muchos funcionarios de seguridad nacional discrepan de los argumentos de Nvidia para vender chips estadounidenses a China, al igual que investigadores de destacados think tanks de Washington.
En julio, Trump reveló que, al enterarse de la enorme cuota de mercado de Nvidia, su instinto fue dividir la empresa.
Steve Bannon, estratega de la Casa Blanca durante la primera Administración Trump y figura influyente dentro del movimiento MAGA, criticó duramente el acuerdo la semana pasada, afirmando que el presidente estaba siendo "mal asesorado", y reprendió a los republicanos por no pronunciarse.
Demócratas como la senadora Elizabeth Warren han denunciado a Huang por reunirse principalmente con republicanos, lo que indica que la compañía podría encontrar mayor oposición si Trump pierde la mayoría en la Cámara de Representantes o el Senado después de las elecciones de mitad de mandato de noviembre.
Un acuerdo inicial para reabrir las exportaciones del H20, para lo que Nvidia tuvo que aceptar dar a Estados Unidos una comisión del 15%, se complicó por la resistencia de Pekín a estos chips de menor especificación.
La atención de Nvidia se centró entonces en los esfuerzos para que la Casa Blanca permitiera la venta de chips H200 a China, que son más avanzados que el H20, si bien aún están por detrás de la última generación de la compañía.
Finalmente, Huang convenció a la Administración de que lo mejor para Estados Unidos era que Nvidia mantuviera su dominio vendiendo sus productos lo más extensamente posible.
Robert O'Brien, exasesor de seguridad nacional de Trump y que ayudó a Nvidia a perfeccionar su mensaje a Washington, afirma que "el mercado interno estadounidense, a pesar de su tamaño, no es lo suficientemente grande como para absorber todos los chips" de Nvidia y de grupos rivales como Intel y AMD, "y mantenerse como líderes del mercado".
"Esta es la opinión firme de Jensen", sostiene un funcionario estadounidense con conocimiento de las negociaciones. "Y creo que todos la consideran sincera".
Nvidia tiene críticos en Washington. El senador republicano Dave McCormick afirmó estar "preocupado" por la decisión sobre el H200.
La semana pasada se descartó una medida en un proyecto de ley de financiación de la defensa que habría restringido su capacidad para vender chips avanzados a China. Pero un proyecto de ley bipartidista que busca restringir que la Administración autorice la venta de chips de Nvidia está ganando terreno en el Congreso, sobre todo entre quienes temen que la Administración algún día apruebe la venta de los chips Blackwell líderes de la compañía a la nación asiática.
Por ahora, la aceptación por parte de Trump de la postura de Huang ha llevado a muchos legisladores republicanos que pedían controles de exportación más estrictos durante la presidencia de Joe Biden a guardar silencio.
"Al final, fue una reunión entre [Huang] y el presidente", explica una persona con conocimiento de la decisión sobre el H200. "Así es como pasó".
© The Financial Times Limited [2025]. Todos los derechos reservados. FT y Financial Times son marcas registradas de Financial Times Limited. Queda prohibida la redistribución, copia o modificación. EXPANSIÓN es el único responsable de esta traducción y Financial Times Limited no se hace responsable de la exactitud de la misma.
El apoyo de Donald Trump a una propuesta a favor de la IA genera rechazo entre los seguidores de MAGAAmazon renueva su equipo de IA tras anunciar su CEO un "punto de inflexión"El chip de Google pone en jaque a OpenAI y Nvidia Comentar ÚLTIMA HORA-
20:17
IE Law School llega a un acuerdo con Harvey para integrar la IA en la formación jurídica
-
19:40
Miles de agricultores protestan en Bruselas por los recortes de la PAC y el acuerdo con Mercosur
-
19:24
'Los iguales se atraen': Cómo Jensen Huang se ganó a Donald Trump
-
18:59
La nueva CEO de BP tiene mucho que limpiar
-
18:38
Acciona ficha a Albella, Linares y Luis de Carlos para reforzar su 'compliance'