- JAMES FONTANELLA-KHAN, STEFANIA PALMA Y BARBARA MOENS
Las alertas antimonopolio y los vínculos con la administración Trump complican el panorama sobre quién podría acabar siendo el propietario del grupo.
Mientras Paramount y Netflix compiten por la propiedad de Warner Bros. Discovery, otra institución se prepara para la batalla: la administración Trump.
El presidente Donald Trump declaró el domingo que "se implicaría" en la decisión sobre quién comprará finalmente WBD, lo que desató especulaciones sobre a qué comprador podría favorecer el presidente, con el potencial de influir en el resultado a través de las competencias antimonopolio del Departamento de Justicia.
Durante mucho tiempo se ha creído que David Ellison, de Paramount, tenía la ventaja en materia antimonopolio, en parte gracias a su padre, Larry Ellison, el multimillonario fundador de Oracle y aliado de Trump. Esta idea cobró más fuerza tras conocerse esta semana que el yerno del presidente, Jared Kushner, se encuentra entre los que financian la oferta de Paramount. Ese dividendo político se hizo evidente el domingo, un día antes de que Paramount lanzara su oferta hostil de 108.000 millones de dólares por WBD.
En el Kennedy Center, Trump puso en duda la oferta de 83.000 millones de dólares de Netflix, señalando que la plataforma de streaming ya cuenta con "una cuota de mercado muy grande y que, si se hiciera con el control de Warner Brothers, esa cuota aumentaría considerablemente". Añadió que "Podría ser un problema".
Pero el presidente suavizó rápidamente el golpe, afirmando que "algunos economistas" tendrían que valorar el dominio de Netflix. Aseguró que acababa de reunirse con Ted Sarandos, CEO de la compañía, en la Casa Blanca. Calificó al ejecutivo de "gran persona", explicando que ha realizado "uno de los mejores trabajos en la historia del cine".
El tono inusualmente comedido de Trump se prolongó hasta el lunes, después de que Paramount se mostrara hostil. "Conozco muy bien a las empresas... pero tengo que ver qué cuota de mercado tienen", dijo, y añadió: "Ninguna de ellas es especialmente buena amiga. Quiero hacer lo correcto".
Un funcionario de la administración afirmó que sería un error asumir que alguno de los compradores tenía ventaja simplemente porque le cae bien al presidente, e insistió en que factores no competitivos, como la preservación del empleo, podrían ser importantes.
Según expertos legales, los dos acuerdos generarán dudas antimonopolio.
Se espera que el dominio de Netflix en el streaming sea crucial si compra WBD, propietaria de HBO y Discovery Plus. A nivel mundial, Netflix cuenta con 302 millones de suscriptores de pago, mientras que WBD tiene 128 millones y Paramount 79 millones, según datos de la compañía.
La fusión de WBD con Netflix reforzaría aún más su posición como la mayor plataforma global en streaming, lo que tradicionalmente ha sido una importante señal de alerta para los reguladores. Netflix argumenta que enfrenta una fuerte competencia, no solo de estudios tradicionales, sino también de rivales en redes sociales como Instagram, TikTok y YouTube.
Ellison sostiene que su oferta no presenta este tipo de preocupaciones. "Nuestro acuerdo favorece la competencia, promueve el talento creativo y beneficia al consumidor, a diferencia de la operación de Netflix, que les daría una escala tal, que perjudicaría a Hollywood y al consumidor, y es anticompetitiva", explicó.
El papel de Netflix en la producción y distribución de contenido también confiere a la operación propuesta elementos de una "fusión vertical", según los expertos. El Departamento de Justicia impugnó este tipo de acuerdos durante el primer mandato de Trump. En 2017, el Departamento de Justicia demandó para bloquear la adquisición de Time Warner por parte de AT&T, pero un juez federal autorizó la fusión al año siguiente.
Paramount podría enfrentarse a un menor escrutinio al combinar activos de streamingmás pequeños con WBD, pero podría aumentar los riesgos al fusionar dos grandes estudios. Ellison ha descartado estos riesgos, y aún existen numerosos estudios rivales. Asimismo, se considera improbable que una fusión entre CBS y CNN cause problemas importantes.
Los fiscales generales, que se implican cada vez más en la aplicación de las leyes antimonopolio, podrían intervenir, sobre todo si consideran insuficiente el escrutinio federal.
Al ser preguntado sobre el tema, un portavoz del fiscal general de California declaró a Financial Times que "una mayor consolidación en mercados fundamentales para la vida económica estadounidense, ya sea el financiero, el de las aerolíneas, el de la alimentación o el de la radiodifusión y el entretenimiento, no beneficia a la economía, los consumidores ni a la competencia estadounidenses". El Departamento de Justicia declinó hacer comentarios.
Se espera que la oferta de Netflix también se someta a un intenso escrutinio en Europa, dado su dominio del streaming. Los legisladores presionan a Bruselas para que inicie una investigación exhaustiva sobre la concentración de medios y el poder de las plataformas de streaming. Y, aunque los vínculos políticos de Paramount pueden ser beneficiosos en Washington, podrían ser perjudiciales en Bruselas dadas las tensas relaciones transatlánticas.
La oferta de Paramount también se valorará concienzudamente, centrándose en sus derechos deportivos y su concentración publicitaria. En Europa, WBD posee Eurosport y los Juegos Olímpicos, así como TNT Sports en Reino Unido e Irlanda.Paramount tiene los derechos de la Liga de Campeones de la UEFA en varios países, incluido Reino Unido, a partir de 2027.
Una menor alineación antimonopolio entre EEUU y la UE bajo la segunda presidencia de Trump podría complicar la aplicación conjunta de las normas.
En opinión de Zephyr Teachout, profesora de la Facultad de Derecho de Fordham, dejar estas licitaciones sin control podría tener graves consecuencias. "La concentración es preocupante en cualquier ámbito, pero es especialmente peligrosa cuando se trata de los medios de comunicación", afirmó. "Estamos hablando de la concentración del elemento vital de nuestra cultura. Es distópico".
Teachout cree que "Cuanto más concentrados estén los mercados mediáticos, más control puede el gobierno ejercer sobre las opiniones". Estos dos acuerdos plantean "señales de alerta antimonopolio y para la democracia".
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