La grieta entre Vox y Revuelta, lejos de cerrarse, se sigue ensanchando cada vez más. Por un lado, está en tela de juicio la financiación de esta asociación juvenil, después de que parte de su dirección denunciara irregularidades -desvío de los fondos recaudados por la dana e impago de impuestos- y se desvinculara de Revuelta. Del otro lado, crece el cuestionamiento al papel que jugó el partido en el estallido de esta crisis: Vox también denunció a la asociación, rompiendo así con la que, en la práctica, actuaba como su marca juvenil. Pero antes conoció las sospechas y trató de que se regularizara la situación, consciente de que el caso podía salpicar al partido. En aquel proceso, aseguran desde Revuelta, la cúpula de Vox pretendió "tomar el control" de esta organización juvenil.
Ante las últimas informaciones conocidas, y después de que EL MUNDO revelara este lunes una serie de conversaciones mantenidas entre la secretaria general adjunta de Vox, Montserrat Lluis, y un dirigente de la cúpula de Revuelta, Pablo González Gasca, que versaban sobre este asunto, la asociación juvenil ha emitido un comunicado manifestando su versión de los hechos. "La dirección de Vox se inventa unas irregularidades económicas como pretexto para tomar el control de Revuelta", es una de las afirmaciones que sostienen desde la organización.
Según el relato de Revuelta, el choque entre el partido y la marca juvenil -independiente orgánicamente, pero con la que actuaba en paralelo- se remonta a noviembre de 2024, cuando la asociación convocó una manifestación "contra [Pedro] Sánchez y [Carlos] Mazón" por su gestión de la dana. Revuelta considera que Vox no se desvinculó entonces de esta marca "porque supondría renunciar al rédito político de la ayuda en la dana" y, así, acusa a la dirección del partido de empezar entonces a "cuestionar la gestión política de Revuelta como pretexto para intervenir la asociación", "inventando" las presuntas irregularidades económicas.
El comunicado denuncia que la cúpula del partido trató, a través de miembros de la organización juvenil, de "dar un golpe de estado en Revuelta y robar la asociación". "El golpe fracasa", añaden, pero matizan que desde aquel momento el "control político" de la asociación pasó a estar en manos de Jordi de la Fuente, secretario general del sindicato de Vox, Solidaridad. El comunicado de Revuelta desliza que desde Vox se buscó integrar la asociación en el sindicato.
"La dirección, al ver que se encuentra el punto muerto, encarga a Montserrat Luis hacerse con el control de Revuelta", denuncian desde la cúpula de la asociación juvenil. En los audios publicados por EL MUNDO se escucha a la dirigente del partido tratando de mediar para que Revuelta despejara toda sospecha de irregularidad y apostando por una mayor coordinación entre ambas entidades: "Si Revuelta es Vox, que lo sea para todo; hagamos esto como un satélite de verdad del partido". Sin embargo, en la formación política vienen insistiendo en los últimos días en que no existe vínculo orgánico entre las dos marcas.
La asociación juvenil señala que ofreció encargar una auditoría interna para detectar si hay irregularidades, pero dice que Vox siguió reclamando "de forma ilegítima" acceder a revisar su contabilidad -en su denuncia, el partido reconoce haber solicitado, a través de sus trabajadores, las cuentas de Revuelta ante la sospecha de irregularidades-. "Vox lanza un último órdago a Revuelta amenazando con denunciar a la dirección no sumisa por irregularidades económicas si no cede el control de la asociación", añade el comunicado de la marca juvenil.
La crisis se resolvió con el partido denunciando a Revuelta. Preguntado por este periódico sobre las afirmaciones que se hacen en este comunicado, en el que se acusa a la dirección de Vox de pretender "tomar el control" de la asociación juvenil, el partido no ha respondido.
El PP insta a Vox a "dar explicaciones"
A la vista de la crisis que salpica de lleno a Vox y a sus "juventudes oficiosas", el resto de partidos del abanico político han instado a la formación de Santiago Abascal a aclarar la situación y despejar las dudas sobre presuntas irregularidades en las cuentas de Revuelta. El PP ha sido el último en hacerlo: "Sería bueno que dieran explicaciones para que sus votantes y la opinión pública pueda saber qué está ocurriendo", ha dicho este lunes la vicesecretaria popular Cuca Gamarra.
La dirigente ha hecho referencia al goteo de salidas que acumula Vox en los últimos años -Iván Espinosa de los Monteros, Rocío Monasterio, Macarena Olona...- para señalar que "nadie parece que haya salido muy contento del partido" y afirmar que, con el caso Revuelta, "es evidente que tienen un problema". Gamarra, sin embargo, ha señalado que el PP no "hará de árbitro de Vox" ni se "equivocará de adversario": "La corrupción endémica en nuestro país está en el PSOE", ha afirmado.
También los socialistas, en concreto su secretario general, Pedro Sánchez, se han referido a la polémica que rodea a los de Abascal. "Bastante revuelta interna tienen ya sin llegar a gobernar, ya apuntan maneras", ha deslizado el presidente del Gobierno durante su comparecencia de este lunes, haciendo un juego de palabras con el nombre de la asociación juvenil. Y desde Sumar ya avanzaron la semana pasada que solicitarán que responsables de Vox y Revuelta comparezcan en la comisión de investigación de la dana y aclaren el destino de los fondos recaudados para los damnificados por la riada.